Entrada la noche, vuelvo
a casa. Trato de discernir si tiene olor la neblina densa que remuevo al caminar. Quizá una cualidad
metálica. Lo cierto es que respiro como si masticase. Vengo pensando en la obra
que acabo de ver. Sin duda lo más grande: los parlamentos y Marilú Marini. De
criadas todos tenemos un poco, de eso hablábamos con Mariana y Nora, a la
salida del teatro. Solange a Clara: “Estoy harta de este espejo espantoso que
me devuelve mi imagen como un mal olor. ¡Sos mi mal olor!”. Genet: “Voy al teatro
para verme en el escenario (restituido en un solo personaje o gracias a un personaje
múltiple y bajo la forma de un cuento), de una manera que no sabría o no me atrevería a verme o a soñarme, y sin
embargo, tal como sé que soy”.
2 comentarios:
Vero!
voy a ir también. Todavía hayt un poco de neblina afuera y las mañanas parecen tardes, las siestas tardecitas, pero las noches siguen pareciendo noches, así que no está tan mal...
Ever, creo que te gustará, contame si vas. No puse pero "Clara" y "Solange" están muy bien también, lo que pasa es que "la señora" descolla y las achata un poco. Es así, entre neblina y llovizna vivimos días difusos. Oh, no está mal, pero me acuerdo que em extrañó bajar del colectivo y sentir que me estaba sumergiendo en algo que no terminaba de ser aire.
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