jueves, enero 31, 2008

Máquina Canterel

Por la noche mientras volvemos a casa aprovecha Canterel mi buena disposición durante las traslaciones para mostrarme su máquina sacadientes, mosaiquista. Temprano en la tarde alguien me había dicho que podía ligarse con aquella de la colonia penitenciaria, pero no me parece así. Los vecinos enterados acuden de buena gana, me asegura Canterel, a que la máquina les extraiga sin dolor sus muelas dolientes. Eso sí: cuando me describe el funcionamiento de cada parte, callo (porque no sé cómo lo irá a interpretar) el dicho de Calasso sobre Kafka: “Lo cómico es lo minucioso”.

martes, enero 29, 2008

Canteros

“Es el Federal de semen-contra que Ibn Batuta vio en el corazón de Tombuctú”.
Martial Canterel
Me encontré con Seba en el subte. Él es quien por primera vez me habló de blogs, a mediados de 2005. Aquella vuelta hablábamos de Link y me mandó el ídem de ídem. Hoy se lo recordé. “Se te abrió un mundo de sensaciones”, dijo (se reía; Seba bromea exagerando el uso de lugares comunes, lo hace desde afuera, es un ocupa, bah). Apuramos una charla en los pocos minutos de asiento compartido en el subte. Fragmento:
-¿Qué leés? (señaló mi libro).
-Locus solus.
-A ver… (lo agarró y miró un poco la contratapa y la primera página). ¿Pero este Roussel cuál es?
-No es ese que pensás.
-¿Y qué tal?
-No sé, recién lo empiezo, habré leído unas diez páginas. Humor, fábula. Mirá lo que dijo Beckett.
-¿Y qué sabés en qué contexto lo dijo? Por ahí se quería levantar a una minita. “Roussel, un fenómeno. ¿Vamo’a cogé?”.
-También están Breton y Foucault.
-Sí, ahora me acuerdo que existe ese ensayo de Foucault. ¿Conocés el de Deleuze sobre Carroll? Un estudio sobre las capas del sentido. La lógica del sentido, se llama. Por lo que decís del humor y la fábula, pienso en Deleuze-Carroll, Foucault-Roussel. Viste que Deleuze y Foucault… (estiró los dedos índices, los separó y juntó dos o tres veces).
-La traducción es de Marcelo Cohen, un escritor que me gusta mucho.
-El de El frasquito.
-Sí, flaquito y alto.
-Ah, no, ése es Luis Gusmán… ¿Eh?

[Comentario sobre las primeras páginas de Locus Solus: parecen desarrollarse a partir de la frase que consigné arriba. Planta la frase y el resto es cantero alrededor. Cantero de Canterel, hábil jardinero. Alcancé a ver en la página 15 otra estatua: otro cantero].

sábado, enero 19, 2008

Ortodoxia

Marce está en la terraza preparando el asado. Viene Silvia con una rama y me la pone abajo de la nariz. "Decime, ¿qué es esto?". "Cedrón". (El cedrón se me fue en vicio). "¿Y no te parece que lo podríamos poner en el fuego para darle gustito al asado?". "Ah, sí, podríamos". "¡No me deja, el ortodoxo!".

viernes, enero 18, 2008

Ni

Tengo unas ideas que van y vienen, me siento a apresarlas, aprovechan y se escapan y tengo que correrlas, pero cuando las alcanzo están cansadas, y si llegan a traducirse en escritura, lo que no siempre pasa, no son ni la sombra de lo que fueron.

Religiones

En el Pensar me piensan, luego existo. Me acuerdo de la frase de Berkeley sobre la que se asentó Film, de Beckett: ser es ser percibido. Y en las religiones de Tlön. Me levanto a buscar el cuento. Leo otra vez y causalmente encuentro a Berkeley por ahí, un punto de la red que venía tejiendo, pero aislado del resto, mera referencia, punto saltado, seguido por conceptos que sí entran en la trama: “Hume notó para siempre que los argumentos de Berkeley no admitían la menor réplica y no causaban la menor convicción. Ese dictamen es del todo verídico en su aplicación a la tierra; del todo falso en Tlön. Las nociones de este planeta son -congénitamente- idealistas. Su lenguaje y las derivaciones de su lenguaje -la religión, las letras, la metafísica- presuponen el idealismo”. Considerando al Yud, los motivos del Pensar, se me ocurre: esa religión tiene raíz tlönica.

Luz sobre Lolita

La otra tarde se cortó la luz por un par de horas. Pero en la pieza había bastante luz, una luz amarilla de sol y no hacía mucho calor. Me tiré en la cama, con el pijama celeste, Lolita y un plato lleno de uvas bien frías, que fui comiendo mientras leía. Rememoraba cómo era yo a los doce, en lo relativo al sexo. Porque en el libro no aparecen las sensaciones de la chica. El autor y el narrador son hombres. Jugaba, en la tarde deselectrizada, a reponer faltantes, a llenar los espacios.

O quereres

Estudié portugués para entender y cantar canciones como ésta. La calidad del video no es buena, pero la de estos tipos arrasa por sobre cualquier desperfecto. La mirada de Caetano a los ojos transparentes de Chico al retomar el comienzo a la que responde él con una sonrisa cuando termina el primer párrafo, Chico mimando las palabras que el otro pronuncia, todo eso me parece tan hermoso que cuando percibo mi mano en el pecho pienso que sin darme cuenta me estuve sosteniendo el corazón para que no pegase un salto y cayera sobre la mesa.

domingo, enero 13, 2008

Responso

Anoche leí Responso, de un tirón. Pensaba en que si Barrios hubiese sido ideado por Onetti, habría tomado la máquina de escribir y la habría tirado al río. Figurando en mi noche particular esa imagen en la noche de Responso pensé, todavía: tiene que caer, no en el agua, sino en el barro. Tiene que hundirse de a poco pero indefectiblemente, en una materia que no permita la flotación. Debe sumergirse la Olivetti como una última esperanza. Para que Barrios y yo consigamos la impresión, aunque falaz, de llegar al fondo.

Lectura por conveniencia

También para los tristes convienen los libros. La mirada se encauza en esa fila de hormigas y la conciencia la sigue. A veces quiere apartarse, pero yo, que trato de no forzar nada nunca, la fuerzo. Yo que suelo sacudirme disciplinas a ésta me aherrojo. Está bien dicho: aherrojar. Porque como encadenada sigo a las palabras para no dejar que se desborde mi pena. Escribir es un breve desvío, un paréntesis.