Segundo hombre libre. (Al primero.) La verdad te obliga a informar de que no tenemos rey y de que, por tanto, este edificio no puede ser su palacio. Para algo somos hombres libres.
Primer hombre libre. (Al segundo.) ¿Que la verdad me obliga? ¿Acaso no somos hombres libres, como bien dices? Siendo así, debemos desobedecer incluso a la verdad... Así es, señor extranjero. Ese edificio que veis ahí es el palacio del rey.
De Ubú encadenado, en Todo Ubú, de Alfred Jarry
2 comentarios:
qué buena lectura!!! la mejor manera de asumir la libertad es dejarse esclavizar... y si es por el pistolero jarry, pues mejor. saludos
El hombre de verdad libre es Jarry. Se agradece el consejo.
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