Por algún motivo que se me escapa ahora, miré la foto y empecé a buscarte. Cuando te encontré, se me llenaron los ojos de lágrimas: tenés la misma sonrisa que te agranda los cachetes. Volvió también Felisberto y sus cuentos de niños-adultos. Val.
Salú la barra, a falta de la propia. Ah, Mariana, pero yo tengo algún recuerdo de mis épocas de carapintada con corcho quemado, en el jardín de infantes. Pero Ever, para qué conoce una a gente que la desconoce, che, claro que soy. Y qué me decís de la papada, Val, apenas asoma pero es ya como un presagio. Gracias Gus. Se ve que hay gente compasiva todavía. Besos a todos.
Niña de muchos años, Inx, pero no de siglos, Hum. Pensaba en eso de mis ojos niños. Qué va. Eso es lo que me gustaría. Ayer leía el cuento "El caballo perdido" de Felisberto. En la segunda mitad de ese cuento encontré la vieja fascinación por FH que no andaba sintiendo en páginas anteriores. De ahí recorto esto, por gusto, capricho: "Mis ojos ahora son insistentes, crueles, exigen un gran esfuerzo a los ojos de aquel niño que debe estar cansado y ya debe ser viejo. Además tiene que ver todo al revés; a él no se le permite que recuerde su pasado: él tiene que hacer el milagro de recordar hacia el futuro. [...] Hay un solo instante en que los ojos de ahora ven bien: es el instante fugaz en que se encuentran con los ojos del niño. Entonces los ojos de ahora se precipitan vorazmente sobre las imágenes creyendo que el encuentro será largo y que llegarán a tiempo. Pero los ojos del niño están defendidos por una inocencia que vive invisible en el aire del mundo. Sin embargo los ojos de ahora persisten hasta cansarse."
12 comentarios:
Ja, que suerte la tuya Vero! Yo nunca fui dama antigua! Siempre vendiendo velas o mazamorra!
Hermosa foto.
Besos
sos vos? ...
Por algún motivo que se me escapa ahora, miré la foto y empecé a buscarte. Cuando te encontré, se me llenaron los ojos de lágrimas: tenés la misma sonrisa que te agranda los cachetes. Volvió también Felisberto y sus cuentos de niños-adultos.
Val.
Tas iwalita.
Salú la barra, a falta de la propia.
Ah, Mariana, pero yo tengo algún recuerdo de mis épocas de carapintada con corcho quemado, en el jardín de infantes.
Pero Ever, para qué conoce una a gente que la desconoce, che, claro que soy.
Y qué me decís de la papada, Val, apenas asoma pero es ya como un presagio.
Gracias Gus. Se ve que hay gente compasiva todavía.
Besos a todos.
ole´!
Los mismos ojos. :)
¡Ah! Por eso tantas cosas me asombran: mis ojos se quedaron niños. Un beso, Maray.
Una preciosura gentil. Capullito urbano, ahí. Antes de la flor de ahora.
Beso.
Gracias, Sue, beso pa'ti.
niña antigua, como ahora
Y jugabas con Mariano Moreno?
Es cierto eso que dicen de Belgrano?
Niña de muchos años, Inx, pero no de siglos, Hum.
Pensaba en eso de mis ojos niños. Qué va. Eso es lo que me gustaría. Ayer leía el cuento "El caballo perdido" de Felisberto. En la segunda mitad de ese cuento encontré la vieja fascinación por FH que no andaba sintiendo en páginas anteriores. De ahí recorto esto, por gusto, capricho:
"Mis ojos ahora son insistentes, crueles, exigen un gran esfuerzo
a los ojos de aquel niño que debe estar cansado y ya debe ser viejo.
Además tiene que ver todo al revés; a él no se le permite que recuerde
su pasado: él tiene que hacer el milagro de recordar hacia el futuro. [...] Hay un solo instante en que los ojos de ahora ven bien: es el instante
fugaz en que se encuentran con los ojos del niño. Entonces los
ojos de ahora se precipitan vorazmente sobre las imágenes creyendo
que el encuentro será largo y que llegarán a tiempo. Pero los ojos del
niño están defendidos por una inocencia que vive invisible en el aire
del mundo. Sin embargo los ojos de ahora persisten hasta cansarse."
Publicar un comentario