viernes, diciembre 07, 2007

Por qué no puedo escribir un post

El trabajo en la revista en estos días es cruel y es mucho. En la semana salgo agotada y agoto bares con amigos. Mañana me espera el Personal Fest y el domingo un asado en el Tigre. Le digo a Mar, a la mañana, que hoy sí vuelvo temprano (y así y todo eso hubiese sido a las ocho, ocho treinta) y me llama Nori, que tiene entradas para ver la de Luca en el Roxy. ¿Qué puede hacer una contra las vicisitudes del destino? El destino es enorme, una mide uno sesenta y siete. Ni escribo (salvo algunas anotaciones frenéticas en el cuadernito amarillo), ni doy abasto con el quitaojeras.

6 comentarios:

Casandra dijo...

Semos varias las que estamos igual Vero! Que disfrutes de todo lo demás, ya disfrutarás de escribir algo y nosotros de leerte.
Saludos

inx dijo...

Haga nomás, Vero. La perdonamos porque ya reina el espíritu navideño.

Ramiro dijo...

y bueno... pobrecita... no te va a quedar otra que ser feliz...

Reina dijo...

vero, el infierno a veces resulta encantador. Yo estuve también el jueves en el roxy!!! con juan y un amiguete. Qué loco, no?
Beso

ema déborah finzi dijo...

Uy, a mí entonces el destino me pasó por encima (mido 1.58, tremendo). ¿Qué puedo hacer? Me gustaría, Vero, que le contaras a una fanática de Sumo como yo qué te pareció el documental sobre Luca (no la pude ver todavía).
abrazos
e.

Vero dijo...

Gracias por los buenos deseos, Mariana, y por la consideración.
Y sí, que voy a hacer Inés. Me dice Gastón, de lo ofi: "Te podrías negar al destino". "Ah, no, un día voy a tener 90 años y me voy a arrepentir de no haber disfrutado todo lo que pude". Y con esa convicción le doy p'alante.
Ja, Ramiro, pero no envidies, ¿eh? que por no creer en cintas rojas ni otros amuletos ando indefensa.
¿Y, Dani, te gustó? A mí sí, mucho. Al final no la vi en el Roxy, era una función para la prensa, en algún lugar de Villa Crespo, supongo que sería la distribuidora, o la productora, o algún ora lindante.
Andá nomás, Ema, te va a encantar. Hay cosas... no sé, una versión reggateada de Stand by me, por ejemplo, pero sobre todo la risa de Luca, la voz, la voz dulcísima de una persona que mostraba tanta furia en el escenario. Hablábamos con Nora de eso, al salir.