sábado, diciembre 22, 2007

Marcos Paz

Lo difícil es combinar el ambiente interno con el externo. Por eso muchas veces resuelvo esto leyendo. No sé cómo aquietarme, entonces leo, por esa incapacidad. Leer es meterse en lo que otro soñó, en el sueño que uno tuvo y volcó en palabras. Va uno, no ese uno sino este, se entiende, y junta de a paladas de palabras el sueño de otro y lo hace propio. Claro que no es el mismo, y ahí es donde está la magia. Es así: uno te cuenta un sueño y vos mientras escuchás soñás con esas cosas que el otro cuenta, si el sueño está bien contado, claro, si no te distraés preguntándote qué habrá para desayunar o acordándote del último carnaval. Si está bien contado, soñás lo mismo, pero cambiado. Leto sin ir más lejos escucha al Matemático y a Tomatis que le hablan del cumpleaños de Washington. A veces se distrae, a veces se embebe. En esos casos, cuenta el narrador, que hace lo mismo que el Matemático, ¿no?, contar lo que otro contó, porque lo del Matemático es un relato referido por otro, él, en lo de Washington, no estuvo, hace lo mismo, decía, y el que lee es como Leto, de a ratos escucha y de a ratos más o menos, en esos casos, como iba diciendo, cuando presta atención, sucede la magia que decía hace un rato, eso de meterse en el sueño de otro cambiado por uno. Leto imagina una quinta conformada por pedazos de otras quintas que conoció, y así uno, ¿no es cierto?, lo mismo, ve a Botón en el fondo de una quinta, pero resulta que en la imaginación, pongamos, mía, por ser la que tengo más a mano, Botón, más bien redondo, y eso no sé si lo dice Leto o el Matemático o me lo imagino por el formato habitual del botón, Botón, decía, en mi, qué le vamos a hacer si es lo que tengo, imaginación, está punteando el huerto de mi abuela en Marcos Paz.

12 comentarios:

kurubeta dijo...

Pero Vero, no te copa màs la el imperio de la realidad paradojal que la tiranìa de un sueño ajeno?

Alberto dijo...

es que su sueño se vuelve el tuyo, reconstruido con todos los que ya has tenido mas los que habrás de tener.

Vero dijo...

Kuru, es que en estos días ando con ánimo de recogimiento, con perdón de la palabra.
Eso mismo, Alberto. Besos.

kurubeta dijo...

Aislarse en una cama de agua con un Brad Pit inflable para coger este largo feriado? Felicidades!!!

Silvia Sue dijo...

Y si al ánimo de recogimiento le sumás ese halo invitativo (acogedor)que tienen los finales de año, Vero??

ema déborah finzi dijo...

Te dejo, Vero, con este calor poco hospitalario del verano austral, el deseo de un feliz 2008.
abrazos,
e.

Vero dijo...

Pero.. si yo había dejado algo acá, se ve que metí mis pezuñas y no subió. Ema, gracias y buen año para vos. Sue, antes era el barullo lo que me agobiaba y ahora el calor. Pelopincho y el Marce, nomás, Kuru.
Besos y buenos vientos (o algún viento, al menos).

Jorge Alberdi dijo...

Vero, que alguien nos cuente un sueño y que el sueño sea parte o nosotros personajes y que transcurra en el 2008 y no digo de comer perdices, basta con que sea un sueño y no una pesadilla, un sueño, de esos que cuando despertamos seguimos en él, y lo sabemos por ese regusto fresco que nos queda en la boca.
Un abrazo, amiga.

Luciano Doti dijo...

Eso de contar el sueño de otro suena medio a leyenda urbana, donde alguien cuenta algo que supuestamente le paso otro como si le hubiera pasadoa el, o a alguien cercano. Tomatis es el de Saer? ( un maestro!)

mario dijo...

...

Vero dijo...

Luciano, quise ligar cierto pasaje de Glosa con la operación habitual de lectura, no sé si lo hice bien. Sí, maestros los dos, Saer y Tomatis.
Punto que puntosuspensivea, ahí te visité.
Saludos.

Vero dijo...

Jorge, cuán bestia soy, abrazos y gracias por los buenos deseos.