También este día terminó. Presiento en la sangre insumisa la madrugada en pie de guerra, el rito de pasaje. Espero la hora del cansancio -me anima la experiencia de noches anteriores-, el alivio de los párpados pesados. Todo el día fue un solo cuchillo: el filo me dejó el ardor del anhelo. Tapo mis ojos formando una cavidad oscura. Los abro. Grietas de luz naranja todavía. Entonces junto más los dedos. En un hueco sin luces engañosas como este que fabrico quiero sumergirme hasta perder las ansias, como si me desvistiese.
6 comentarios:
Hermoso, muy hermoso. Además, perfecto el título, una definición.
Amable, muy amable (ji). Besitos.
Es sí como un desnudamiento, una exposición íntima y sin atenuantes...
Salute, Vero.
Bello. Mucho mejor que el juego de las ocho (o diez) diferencias.
¿Te acordás Vero? Aluna vez, a propósito de Ella Fitzgerald, vos dejaste en mi blog un comment que decía que su voz tenía "peso, contorno y oquedad". Lo recuerdo porque me pareció una bellísima definición. Para mas consuelo, soundtrack para ese final de jornada, ¿alguna canción de Ella, un hueco sin luces engañosas?...
Rain, pensaba en desvestirme como un barco que suelta lastre, más bien. Pero sí, hay también exposición, acá. Todo el tiempo en el blog voy en contra de la timidez, ¿viste?
Gracias, Luis. Soy ésta y todas ésas. Depende del espejo.
Pablo, me acuerdo, que vos te acuerdes me asombra y me halaga. Me avergüenza un poco, también. Ella, no se me ocurre ahora. ¿Sabés? Estoy escuchando últimamente a Madeleine Peyroux, pienso en una canción melancólica que iría bien.
Gracias y besos.
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