jueves, mayo 18, 2006

Piruetas robadas


Leyendo a Pablo. A mitad de camino entre un punto y el mismo punto. Tanto esfuerzo para llegar adonde estábamos en un principio. Pero en el movimiento está la meta.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué elasticidad, che. Yo si hago eso, me desarmo.

Bardamu dijo...

Me hizo recordar a la Amuchástegui...
(con disculpas Vero...)
A mi cosas así me dan vértigo.

Vero dijo...

Ma qué resistencia al vértigo ni elasticidad: cuánta vocación pa'l ridículo. Ya de la primera foto mía que subí había dicho un amigo: ¿no te da vergüenza exhibir así tus borracheras?

Anónimo dijo...

Gracias por todo, Vero, una imagen como esa podría decir que estaba en mi cabeza. Un beso para vos.

Vero dijo...

Gracias a vos por escribir tan bien y dejarnos maroteando.

vadinho dijo...

la esperamos por santos y demonios, tómese su tiempo.

Jorge Alberdi dijo...

Vero: me encantá la vitalidad y el fondo de la foto. Tengo vocación por el ridículo, hay algo ahí...

Vero dijo...

Bueno, gracias. Ah, pero tengo un amplio repertorio de ridiculeces, ya las voy a ir desgranando. El lugar es precioso, se llama Piedras Blancas, desde ahí puede verse toda la ciudad de Humahuaca (Jujuy).