Sí, el amor mueve al mundo (el odio también, por desgracia). Pero no habría que dejar de lado esta otra fuerza poderosísima: las ganas de jugar.
¿Qué importa que la señorita de San Nicolás no sepa coser ni bordar? ¡Que sepa abrir la puerta para ir a jugar (a la Plaza)!
4 comentarios:
Gracias Veruska! También cosemos y bordamos, pero eso no sirve para nada en la atualidá...
Zo ziempre voy. Pedo no zé zi juntadme con uztedez, que me quieden quitad a mi perro.
To tolito.
Meno,Tien.
Tiga tolito.
Zo con vadonez no me junto máz, podque me pelian.
Zo zolamente jugo con las chicaz, y con Lula.
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