lunes, marzo 20, 2006

Palabras

Estoy leyendo -no ahora, ahora tipeo, lógicamente, para que ahora, alguien, lea, o no, para que estén las palabras ahí, fuera de mí-, la nota de Rushdie sobre Beckett en La Nación. Transcribo este pasaje que él reproduce de El Innombrable: “Tal vez estén por ahí, en alguna parte, las palabras que importan, en lo recién dicho, las palabras que correspondía decir, unas pocas bastan. Ellas dicen ellas, refiriéndose a ellas, para hacerme creer que yo soy quien habla. O yo digo ellas, refiriéndome Dios sabe a qué, para hacerme creer a mí mismo que no soy yo quien habla. O, más bien, hay silencio, y así sucesivamente, usted comprende lo que quiero decir, empiezan las palpitaciones, pero también una conciencia de la belleza, de una cosa que está siendo dicha que se dice con dificultad porque no es una cosa fácil de decir, y el decir una cosa difícil no carece de importancia, estamos demasiado enamorados, más que medio enamorados, en nuestros días consentidos, con facilidad". Ay, madre santa.
Me
levanto a buscar mi Molloy, encuentro esto: “No querer decir, no saber lo que se quiere decir, no poder decir lo que se cree querer decir, y decirlo siempre, o casi, esto es lo que importa no perder de vista, en el calor de la redacción”. Y, más adelante: “Decir es inventar. Sea falso o cierto”. De “Textos para nada” tomo esto otro: “¿Qué es esta cosa innombrable, que yo nombro, nombro, sin usarla, y llamo a esto palabras? Es que no he dado con las buenas, las que matan, de las acritudes de este infame pienso todavía no me han subido a la garganta, de este torrente de palabras, con qué palabras nombrarlas, mis palabras innombrables”.

2 comentarios:

Bardamu dijo...

Y,por que no, agregar algo como esto:
"On. Dull with breath. Endless breath. Endless ending breath. Dread darling sight." (Ceiling, 1981)
Saludos.

Vero dijo...

Gracias. Sí, agreguemos.