Me preguntaron por el nombre de mi blog. En principio, iba a llamarse “Al tun tun” (no es que me había partido la cabeza pensando y salió eso, fue el primer impulso, está contado en mi primer post), pero Blogger no me dejó. Entonces me acordé de la frase con la que empieza Ricardo III (al que lea esto: no podés no ver -fórmula Sarlo, después explico, ya bastante me estoy yendo al carajo con el paréntesis- Buscando a Ricardo III, con Al Pacino), “Ahora, el invierno de nuestro descontento…”. Tampoco. Así que cambié la v por la f, y ahí sí, pase usted. Tiempo después puse la frase en el Google y apareció un texto de Steinbeck con ese nombre. Pero hoy se me dio por buscarlo en inglés y el tipo tituló The winter of our discontent. Así que es el invierno y no el infierno. El infierno es todo mío. Qué alivio.
Sí, Sarlo. Bueno. En las clases recomendaba libros con esa fórmula, como: “No pueden no tener el Diccionario de Mitología de Grimal”. Era mucho más efectivo que decir “deben tener”, porque así uno se sentía flor de idiota por no tenerlo.
2 comentarios:
Suerte que lo explicaste, yo siempre me decía: "un día le voy a mandar un mail para preguntarle" Te digo que me gusta más "el infierno". Porque sí, porque me parece que es eso: que la propia insatisfacción, responda a lo que responda, es un pequeño, oscuro, contradictorio, rotundo e inmanejable infierno.
Concuerdo, Silvia Sue. Creo que la insatisfacción (el descontento) es intrínseca a la manía de intentar expresarse a través de la escritura. Pero es como vos decís, "responda a lo que responda".
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