sábado, febrero 09, 2013

Una de irlandeses

Un estudiante marcadamente perezoso -no sin envidia lo digo, no por el rasgo del carácter, que comparto, sino porque puede ensancharlo en la práctica- se tira a imaginar -es muy apegado a su cama- y pasar al papel -al menos para esto se tiene que sentar, me susurra la envidia, siempre murmurante- una historia donde interviene otro escritor, Trellis. Éste es un fabulador tan celoso de sus personajes que los mantiene encerrados con él en el Hotel El Cisne Rojo, para que no hagan diabluras por ahí fuera de libreto. Y digo bien, “libreto”, porque más que personajes los cuantiosos huéspedes parecen actores. Los ratos muertos los pasan charlando de sus intervenciones en otros libros y las penurias que pasaron por intentar hacer bien su trabajo. Un poco hartos de que los manipulen, deciden drogar a Trellis y ejercer el libre albedrío, qué tanto. Hay, entre otra gente, un viejo gigantón, contador de leyendas antiquísimas, otro que nació a los 25 y quizá no virgen -porque “resulta difícil confirmar con certeza este atributo en el varón”-, un demonio, un hado bueno para hacerle la contra, al demonio por cumplir con su deber, pero también a otros, de puro malhumorado -algunas rabietas del hado bueno me hicieron reír hasta las lágrimas. Trellis crea a una mujer de belleza tal que al verla no puede frenar el ímpetu amoroso. De esta unión nace Orlick Trellis, que, para decirlo de alguna manera, entierra a su padre. Lo entierra o lo enyesa. Le tira un techo sobre la cabeza, bah. ¡Juicio al autor! A la Lewis Carroll. Porque, ¿quién se ha creído que es para decidir por ellos? Y basta para anoticiar. Quien quiera leer que lea.

“Las respuestas no son tan importantes como las preguntas, dijo el Hado Bueno. Una buena pregunta es muy difícil de contestar. Cuanto mejor es la pregunta más difícil es de contestar. No hay respuesta posible a una pregunta buena de verdad.”

Flann O’Brien, En Nadar-dos-pájaros

4 comentarios:

k dijo...

qué bueno era O´Brien. Leí El tercer policía y no salía de mi asombro a cada página que avanzaba, y La vida dura, aunque menos esperpéntica, también me pareció genial. Leí en algún lado que este At Swim two birds era su mejor obra, pero no la he leído. Muy graciosa tu sinopsis, vero. Saludos kovalskísimos.

Vero dijo...

¡Me encantó El tercer policía! Lo leí hace un par de meses. Me acuerdo de haberle dicho a un amigo, por esa época: O'Brien es beckettiano (pensé en El innombrable durante algunos pasajes, creo que por la primera mitad) y marxista. Más precisamente grouchomarxista. También como a vos me asombró y me hizo reír mucho. Ésta la terminé de leer ayer, con la sorpresa amortiguada por la otra. Estructuralmente es más compleja. Tiene un cierre (bueno, tres) más pulido. Pero no puedo decidir cuál me gusta más. Hay que leer a O'Brien. Los libros de Nórdica deben de ser más fáciles de conseguir para vos que no vivís en estas pampas bárbaras. Me alegra mucho que te haya gustado mi breve comentario, Kovalski, te mando mis saludos entusiastas.

k dijo...

Novedad en Nórdica, vero: http://nordicalibros.com/ficha.php?id=192 ,
saludos koválskicos

Vero dijo...

Gracias por la noticia, Kovalski. Buscaré ése de Nórdica en las librerías sureñas.