martes, febrero 19, 2013

Precipitado y residuo

A veces uno se siente un puro precipitado de lo que van dejando los otros ahí donde supuestamente hay una identidad (la de uno). Es toda una experiencia. Como en la vida no se conoce tanta gente, la mayoría de esos otros que nos conforman son autores o personajes de libros. Ahora bien: si, como dice Eliot, no se escribe para buscar una personalidad sino para abandonarla, leer es la huida suprema de sí mismo: abandonarse a lo que cuaja entre una fluidez y otra. De modo que escribir sobre lo que se lee sería una huida de la personalidad al cuadrado. O bien una muestra de lo que hacen los libros con esos residuos que somos.

Marcelo Cohen, en el Prólogo de ¡Realmente fantástico! y otros ensayos

6 comentarios:

k dijo...

pero estimada vero, entonces... leer lo que escriben otros sobre lo que leen -pongamos leer un ensayo literario- debe ser una huida al cubo, y escribir sobre un ensayo literario, una huida a la cuarta potencia, y leer lo que alguien ha escrito acerca de un ensayo literario, ¿a la quinta?..., ¡y si eso mismo lo leyera alguien! saludos a la enésima potencia, kovalski.

Pablo dijo...

Qué macanudo me resulta Cohen cuando teoriza.

Llevada a un cierto extremo, la observación de Kovalski nos permite pensar si, a la final, no es simplemente eso un lenguaje (la enésima potencia de algo cuyo grado cero es, a la sazón, como se dice, irrecuperable)...

Abrazooo

Vero dijo...

Leer a Cohen es lo que acrecienta la potencia. Dice de Faulkner, de la frondosa Yoknapatawpha, Pablo: "Opaca, lerda y violenta, la tierra moldea la vida a su imagen ensimismada. El tiempo dura tanto que se hace añicos, y el delirio reordena los momentos en un afán iluso de encontrar el nudo de la tragedia". Dice de Schulz, Kovalski: "Un genio cuya prosa atraviesa las traducciónes como la vibración las paredes".
Lo dije antes pero vale recordarlo: el 11 de junio de 2005 Juan José Saer finó; desde entonces Marcelo Cohen es el mayor escritor argentino entre los vivos.

Carmen Anisa dijo...

Gracias por la cita y por descubrirme a Marcelo Cohen. Estoy deseando leerlo. Un abrazo

Vero dijo...

Qué alegría me da que estas breves líneas te hayan interesado. No sé qué se conseguirá de Cohen en España, Carmen. Donde yo no estaba es lo mejor, pero, dicen, también lo más arduo, quizá convenga empezar por relatos, El fin de lo mismo o Los acuáticos. Un beso.

Carmen Anisa dijo...

Se pueden conseguir,sí. Algunos están en la librería "La casa del Libro", por Internet. Entre ellos Donde yo no estaba. Los apunto en la lista de pendientes. Y la novela de de Kleist, por supuesto