"Había caído la noche cuando llegué."
Comenta
Jordi Llovet en sus notas a El castillo que “el autor -según se comprueba en los manuscritos- empezó a escribirla en
primera persona, y solo cuando se encontraba ya redactando el tercer capítulo
decidió transformar todos los pronombres Ich (‘yo’) y formas verbales de la
primera persona en los pronombres y formas verbales correspondientes a la
tercera, así como incorporar la letra mayúscula (K.) para designar al
protagonista de la novela”.
Por
estos días ando leyendo Kafka. Los años
de las decisiones, de Reiner Stach. La biografía está documentada con
prolijidad y el estilo de Stach (o el de su traductor al español, Carlos Fortea)
aligera el peso del volumen, de unas 700 páginas. Estos años (estas páginas) no abarcan los de la escritura de El castillo, pero sí los de El proceso. Leo: “La escena de la
ejecución en El proceso, en la que
dos corteses verdugos clavan un cuchillo en el corazón del acusado, arrastra a Kafka
de tal modo que, segundos antes de la muerte de su héroe, pierde la distancia
del narrador y se precipita directamente en la novela: ‘Levanté las manos’,
dice el manuscrito, ‘separando los dedos’. Yo.”
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