El infierno de nuestro descontento
viernes, enero 06, 2012
Tampoco
“Entonces, ¿qué eres realmente?” “Agrimensor.” “¿Y eso qué es?” K. se lo explicó, y la explicación hizo bostezar a la posadera. “No dices la verdad. ¿Por qué no dices la verdad?” “Tampoco tú la dices.”
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