Ya sabía yo que iba a pasar esto, que si el libro tiene 67 páginas no iba a contentarme con mojar los labios sino que iba a sentir la urgencia, la necesidad de hacer fondo blanco aunque sea tardísimo y en unas horas haya que ir a trabajar, memoria hospitis unius diei praetereuntis, traduzco “la memoria hospeda un único día que pasa”, o quizás “la memoria aloja los días que pasan como si fueran uno solo”, sí, 67 páginas, pero qué concentrado está esto, me está matando, “El breve sonido le parece como un color tragado por una fisura”, da ganas de partirse la cabeza contra la pared, el tiro de gracia es el árabe en la mira, pienso en Mersault, pido Mersault no me sueltes la mano ahora, me siento caer, "Me llamo Roberto Bolaño", yo, me llamo, “La hora se infla, revienta”, todos estos retazos de furia, “Aunque en la eternidad se confunden”, si se mira bien es una variación de la frase de Pascal, este recorte de frases fuera de contexto me recuerdan cierto pasaje de La vida breve, bueno, no importa ahora, pero me acordé cuando leí “En la pared alguien ha escrito mi único y verdadero amor”, qué significa eso en una pared, “una especie de dulzura desasida”, pero si la dulzura es siempre pegajosa, qué manera de desarmar al que lee y creía entender algo, si todo está acá desasido, sinopsis, ¿cómo se llamaba?, puesta en abismo, juego de espejos, una especie de electrocardiograma de los sueños, otra vez la memoria, “De todas maneras la memoria está inmovilizada en pasado inmediato como un tipo sin rostro en la silla del dentista”, “algo fulgura”, de toda la escena de los dedos en el culo de la chica rescato esto, es que me gusta cómo suena la palabra fulgura después del viejo y la chica, ver que algo fulgure, que ilumine lo oscuro, “Sólo me salen frases sueltas, le dijo, tal vez porque la realidad me parece un enjambre de frases sueltas. Algo así debe de ser el desamparo, dijo el jorobadito”, sí, “Camino por el parque, es otoño, parece que hay un tipo muerto. Hasta ayer pensaba que mi vida podía ser diferente, estaba enamorado, etc.”, este etcétera es más cerrado y duro que la indiferencia ante el muerto, los recortes son cinematográficos, más, de golpe esto “La soledad es una vertiente del egoísmo natural del ser humano. La persona amada un buen día te dirá que no te ama y no entenderás nada. Eso me pasó a mí. Hubiera querido que me explicara qué debía hacer para soportar su ausencia. No dijo nada.”, quién lo dice, pero no, eso es lo que no se puede preguntar, “sudor cartilaginoso”, qué bestia, “Escritura sin disciplina”, ahí está enunciado el estilo, qué idea esta de ver películas para hacerlas desfilar después de la muerte, “y luego nos callamos hasta que llegó el amanecer”, como si callarse fuera de verdad una acción, y cuando ya estás quemado por la rabia el tipo te sale con “Como los ojitos de la emoción que salía a tu encuentro” y te descoloca, “El silencio esplende en los pasillos vacíos” otra vez un verbo lumínico, es tan necesario, “No hay reglas. («Díganle al estúpido de Arnold Bennet que todas las reglas de construcción siguen siendo válidas sólo para las novelas que son copias de otras.»)” y de paso se define y se planta, ya está, ya está, ya pasó, me digo, es un libro desesperado, un buen libro para leer una madrugada de insomnio.
viernes, julio 14, 2006
Cómo leo Amberes
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3 comentarios:
Autocomentario: esto fue escrito mientras leía y subido casi sin corregir. Abunda en liviandades y exageraciones. Un ejemplo es la frase en latín. Buscando en el Google, veo que Pascal la tomó de la Biblia. Las traducciones que encuentro, una al inglés, otra al portugués, no me convencen: “the remembrance of a guest that tarried but a day”; “a lembrança de hóspede de um dia que passa”. En el diccionario de latín hospitis aparece como el genitivo de hospes, huésped. El verbo hospedar sólo está como excipere hospitium. Sin embargo, investigando, veo que existe la posibilidad de un uso del genitivo como aposición, por lo que antes de traducir "memoria del huésped", habría que considerar quizás esta traducción: "la memoria, huésped...".
...hasta que llegó el apologista del blog a decir que...
Bien por subir sin corregir! Yo lo leí más de una vez y no me atreví a dejar un comentario como para no mancharlo. Es bonito. Le hace honores al libro, que también debió haber sido escrito más o menos así, tirado por los caballos del insomnio y del apremio.
Bueno, muchas gracias, Fander.
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