martes, octubre 21, 2008

La voz de Herzog

Mañana nocturna, tarde que escampa el cielo. Yo en casa, la enfermedad me licencia. A la mañana me despertó la lluvia que caía a los gritos. Pasé el mediodía durmiendo. De tarde y pijama, me puse a pispear una de Herzog. Me encanta oírlo hablar. En parte es por la pronunciación. Hasta en inglés se le adhiere el alemán a las desmedidas vocales, las consonantes abruptas. Lengua de riscos, el alemán. Pero la vara del encantamiento es el tono calmo que contrasta con su temperamento pasional. Oyéndolo uno puede imaginarse la parsimonia con la que comió ese chocolate a centímetros de la furia de Kinski. Así habla, casi siempre, como gustando ese chocolate, frente a su propio fuego.

6 comentarios:

e. r. dijo...

Hola Vero!
solo por curiosidad: es de la novela herzog o de un amigo del cineasta?
Saludos

Vero dijo...

Miraba Encounters at the end of the World. Hace poco vi también Grizzly man y hace menos poco la del monstruo del lago Ness (que no fue dirigida por él, pero donde participa). Encounters… es lo último que hizo. ¿Podés creer?, aparece la voz y me estremece. Con los años se le fue cascando, y me gusta más todavía así, quebradiza.

Anónimo dijo...

¡yo vi la del Lago! ¿Cómo pudo prestarse a esa cosa? Es cierto lo que dice de la voz, es una voz que amaga irte por la Alemania y no te va, te engancha para otro lado. Para mí lo único rescatable de la película es la frase que dice al principio. "Me interesa la relación entre los hecho y la verdad". Me quedé esperando, le digo, a que se desplegara algún asunto... Lo más que llegué a pensar es que la película con Kinski era totalmente trucha, es decir que nunca se habían querido matar, etc, etc

Vero dijo...

Me acuerdo bien de ese discurso que da Herzog a la cámara, dice que hay una verdad profunda que subyace bajo los hechos cuando la gente se empeña en autoconvencerse, algo así, ¿no?, una verdad extática que tiene que ver con nuestros deseos y sueños colectivos. Ahí dice lo de los extraterrestres, algo como: "Me extraña que nunca haya abducidos en Etiopía. Los extraterrestres parecen tener preferencia por abducir gente de EEUU, especialmente a mujeres obesas a las que violan colectivamente". ¡Jua! En parte comparto tu opinión, creo que es lo mejor de la peli, aunque no lo único rescatable. Bueno, vos sabés que estoy muerta de amor por ese hombre, alguna vez, creo, te hablé de las fotos que vi en el San Martín, de la filmación de Cobra Verde, y la impresión que me produjeron. Así que en la peli del lago, una escena sin importancia como esa en la que cocina ese extraño tubérculo para sus amigos y les pide disculpas porque no le salió muy bien la receta para mí paga la peli. Qué le voy a hacer, amo su sensibilidad e inteligencia hasta en esos gestos. Pero che, no exageres, no creo que la de Kinski sea toda trucha. Pero fijate: supongamos que eso del chocolate que cuenta en Enemigo íntimo sea falso. Igual él al contarlo persigue, inculca, consigue la recreación de cierta imagen en el espectador. El relato es efectivo de todas fomas. No importa mucho si pasó o no. Esa imagen volvió a funcionar en mi recuerdo el otro día, el martes cuando escribí lo que puse en el post, es efectva y de alguna manera cierta. En fin, los hechos y la verdad, ya se sabe.

Franco dijo...

Compartimos la religión herzoguiana, Vero. Ahora ando con ganas de volver a mirar Nosferatu, que para mí es la mejor película de vampiros que se filmó (la otra quizá es la de Cristhopher Lee, supongo).

Vero dijo...

Es muy buena su Nosferatu, la vi en casa y aproveché una vez que la dieron en el San Martín. Me acuerdo particularmente de las enormes orejas de Kinski, algo onduladas en los bordes y su manera de desplazarse como rasgos de lo inhumano. ¿No viste La sombra del vampiro, que alude a la versión de Murnau? Dafoe está fantástico. (Tengo además una debilidad fetichista por las pelis de vampiros.)