Cruzan los alfiles, diagonales, la dama tantea las paredes de sus torres que flanquean sin flaquear (curva seguridad, casi cilíndrica), sacrifica a todos los peones, envía sus alados caballos que parecen hesitar en ele, comen, esquivan (sí-no su sino).
9 comentarios:
el movimiento del caballo es el más bello del ajedrez.
y los peones siempre son los que más se sacrifican, cuántas cosas podrían ser dichas a partir de esto... (y se han dicho).
Cierto, el caballo casi parece levitar por sobre el tablero ("ligero caballo", dice Borges; de los alfiles, "oblicuos" pero tengo mis razones para preferirlos diagonales). Los peones... peonan (oh, perdón, estoy lamborghina hoy), es casi redundante hablar de sacrificio en verdad. Gracias por el comentario, Nippur.
Luís Fernando Veríssimo escribió:
«Eu estava jogando xadrez com o Jorge luis Borges, no escuro, para não lhe dar nenuma vantagem, quando ouvimos um tropel vindo da rua.
»-Escuta -disse Borges-. Zebras.
»-Porque zebras? -preguntei-. Devem ser cavalos.
»Ele suspirou, como quem desiste. Em seguida me contou que há muitos anos pensava em escrever uma história assim:
»-De repente, na Europa, começam a desaparecer pessoas. Pessoas humildes, gente do campo, soldados rasos. E desaparecem depois de acidentes estranhos. São atropeladas por cavalos, ou por bispos, ou por otra pessoas humildes, ou -o mais estranho de tudo- por torres. Estão caminhando na rua, trabalhando, nas suas casas, e de repente vem um cavalo e as atropela, ou vem un bispo e as derruba, ou vem uma torre, não se sabe de onde, e as soterra. Es as pessoas desaparecem do mundo.
»Neste instante ouvimos o estouro de um motor vindo da rua.
»-Escuta -disse eu, tentando me recuperar-. O Hispano Suiza de uma diva estrábica!
»-Deve ser uma kombi -disse Borges. E continuou-. Outras coisas estranhas acontecem. Uma torre do castelo real da Holanda desloca-se loucamente pelo mapa e choca-se contra uma parede do castelo do rei Juan Carlos, da Espanha. E os bispos! Causa grande comoção o comportamento de alguns bispos europeus, que passan a só andar em diagonal, ameaçadoramente. Ninguém consegue explicar por quê. Nem eles mesmos.
»-Cavalos, bispos em diagonal, torres, reis... -disse eu-. Isso está me lembrando alguma coisa.
»-Exatamente -disse Borges-. Um jogo de xadrez. Um imenso jogo de xadrez. O tabuleiro é um continente. As peças, vivas, são manipuladas por forças desconhecidas. Quem está jogando? O Bem contra o Mal? Cientistas loucos, senhores de forças irresistíveis que alteram a matéria e o comportamento humano de acordo com a sua loucura? A megalomania natural de todo jogador de xadrez elevada a uma dimensão inimaginável? No fim tudo termina com um grande escândalo.
»-Como? -preguntei, descobrindo, pelo tato, que Borges liquidara todos os meus peões.
»-Descobrem um bispo na casa da rainha. A Elisabeth da Inglaterra. Um bispo anglicano, mas mesmo asim... Os tabloides fazem um carnaval. Há brigas no Parlamento. O grande jogo de xadrez termina, tão misteriosamente quanto começou. O apocalipse é derrotado pelo senso de propiedade inglês. Sua vez»
(La mãe do Freud, São Paulo 1985)
¡Gracias! Me gustó mucho. Qué intimidante ese "te toca" después del despliegue de la fábula, ¿no?, para salir rajando.
Besitos para la cicerone d elas cervezas rojas quilmesianas!!
¡Jua! Veo que mi fama de borrachina se ha internacionalizado. Besos, Manolo.
El ajedrez era uno de los motivos de discusión con mi padre, que lo jugaba bastante bien, él, tan cerebral. Aprendía a jugarlo de chico, como a las matemáticas, pero como todo aquello mitificado, terminé aborreciéndolo. Quería reemplazar las horas del plástica del colegio con horas de Ajedrez porque, argumentaba, este juego desarrolla la capacidad de análisis. Sí, contestaba yo, para jugar al ajedrez! El desarrolo de las artes plásticas, en especial el dibujo, es superior al beneficio que puede aportar este juego, que, ideológicamente, ya me transtorna. Mucho más desarrolla el nacional 'Truco' que requiere de un estudio del contrincante, del contexto, de las cartas que fueron saliendo, del uso de las expresiones y de la astucia para convencer al otro de que se tiene o no cartas, según se requiera.
Pero tengo un amigo que sostiene que el ajedrez es maravilloso para jugarlo con mujeres, porque los largos silencios entre movida y movida, el mirarse uno a otro, no puede terminar más que en seducción y deseo.
No sé...
Besos
Papá enseñó a sus cuatro hijos, a la edad de cuatro (de los hijos, claro) a jugar al ajedrez. A los cuatro a los cuatro. Se jugaba bastante en casa. A jugar a las matemáticas aprendí de chica también, sin discusiones, porque me gustaban, el ajedrez y las matemáticas, no pensaba en beneficios (quizá porque al gustarme no hubo que argumentar nada para convencerme).
Eso del ajedrez como facilitador de la seducción me hizo reír, pero puede andar, el tablero es un campo de lucha, ¿no? Y son unos centímetros los que separan a los contrincantes. Digamos: para medir la distancia sobra el largo de un brazo. Besos.
Y la lucha, muchas veces, puede ser hermosa.
Besos de un peón
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