jueves, junio 07, 2007

Esquizofrenia

¿No es la escritura, al menos ésta, la marca, el sello de la esquizofrenia? Debería decir, si decir es siempre para alguien más, si decir es una ofrenda, un sacrificio: vivo desde la piel y escribo desde los huesos. Y no hay más máscaras en lo escrito que en lo vivido. Ah lo social, aceitado tobogán, telaraña sedosa y tibia. Los huesos en cambio son siempre ásperos, astillosos. Pero me erizo ante la autocompasión y la condescendencia. No. No sufro mi médula pedregosa.

11 comentarios:

Verónica Cento dijo...

Hola Vero, ¿cómo estás?

En general, paso muy asiduamente por tu blog, pero pocas veces respondo.
Este post me dio ganas de escribir algo sobre la escritura y su esquizofrenia.

Para mí, es indudablemente que la escritura (en mi caso) proviene de una necesidad imperiosa que me es casi inevitable; desde niña la utilicé para esconderme, sacar esas cosas que no sabemos decir con el verbalmente. Sin embargo, esa escritura siempre viene dolorosamente enferma, llevamos una cruz insoportablemente pesada, y la única manera de soltarla es escribiendo, escribiendo siempre como una manera de catarsis natural.
Yo creo que sí, que podría ser esquizofrenia, ¿por qué no? el poeta podría formar parte de esa demencia, sólo que a algunos no lo saben, no lo han vislumbrado todavía.

Bueno, basta de hablar!
Un abrazo, lindo post

Vero dijo...

Bueno, podés pensarlo al revés: vivir para esconderse, escribir para mostrarse (claro que hay que saber mirar -leer-). Yo pensaba, justamente, en la escritura como marca de esquizofrenia por contraste, en cómo lo que hacemos se parece tan poco a nosotros y en cambio en la escritura algo siempre se desnuda (todo esto viene de una conversación mantenida ayer).
Muchas gracias por leer. Un abrazo para vos.

Anónimo dijo...

Interesante, muy interesante.
Para vivir es necesaria cierta sensación de unidad del cuerpo, imagen inconsciente del cuerpo se la suele llamar. Ahora, con el cuerpo de la escritura, o con el cuerpo EN la escritura (según dicen algunos), las posibilidades aparecen como infinitas.
Al fin y al cabo eso de que el cuerpo "no está"... no parece ser una cuestión "a todo o nada", ni tampoco tan importante (sólo una pregunta inquietante, quizás).
Voy a intentar otra de mis fórmulas, a ver: la escritura se desprende del cuerpo.

Anónimo dijo...

La escritura como refugio preciso a las esquizofrenias, plurales. Sin garantías. Imperiosas, necesarias, urgentes, como zonas vitales, vórtices o manoteos. ¿Dolor? Para llorar, los partos y los decesos, la unidad que lagrimea.
¿Cuerpo infinito y vaho (escritura) efímero, libre?

kurubeta dijo...

Guau!!!

kurubeta dijo...

No viene a cuento (aunque si tambien por que no)pero un tal Pablo Reche supuestamente estaba en la movida noise en kurepilandia (Argentina) asegún Oliverio..."Crítica y clínica" va por el lado de tu post...Y más lejos en el tiempo no así en las ideas,, el marido de Else Lasker, el poeta-médico Godfried Bennn....Tiene una teoría que a mi me encanta no por lo verdadera sino por lo estética, se trata de una inversión descarada, "en positivo", de la rancia y polémica teoría influida por el positivismo del libro de Max Nordeau "Degeneración", te acuerdas, incluso el Darío lo cita en "Los raros"....

Vero dijo...

Carlos, me acuerdo de tu post. En la escritura está el cuerpo, pero no el del otro, claro (lo que decías sobre ravioles de seso y besos ahí, ¿no?, para los besos ahí tenés que tener el ahí acá y no allá), sino el de uno. Fijate que vos mismo afirmás que escribir sobre chicas insume energía sexual. Ahora me acuerdo de que una vez (a partir de una imagen de Sebald) dije que el que escribe desovilla sus intestinos.
Luis, sí. Muy bello lo tuyo.
Kuru, gracias por el dato del tal Reche, voy a averiguar. Me acuerdo de Deleuze, de la esquizofrenía en la lengua, no de Benn ni de Nordeau que no leí, como otras veces te agradezco las relaciones que establecés, muy interesantes y movilizadoras.

Rain (Virginia M.T.) dijo...

Una máquina de guerra expulsada, sólo que el dolor está en el cuerpo, como bloque de moléculas adheridas y el gesto esquizo en la escritura lo conjura...


Gran salute por tu escritura, Vero.

kurubeta dijo...

3. LA ANORMALIDAD FÍSICA O PSÍQUICA DE TODO POETA (GOTTFRIED BENN)
El arte crece en suelo paradójico y la lógica fracasa ante su elocuencia y no menos ante sus contradicciones y paradojas. Rousseau, que escribió la obra más famosa y duradera de la literatura sobre la educación infantil, en la que dedica páginas enteras a la alimentación de las nodrizas :“carne: ésta no calentará su leche y a la consistencia de los colchones o al momento del despertar –para que el niño no pierda la experiencia de la salida del sol en el día de San Juan-, hizo llevar a los cinco hijos ilegítimos que le había dado Teresa Levasseur a la inclusa, sin preocuparse en lo sucesivo de ellos un solo momento. El Viaje de invierno de Schubert, hoy pieza fuera de programa, brillante, de favoritos de laringe ondulada, debía su origen a tormentos indescriptibles y a una depresión profunda y manifiestamente clínica. La fila de paralíticos entre los genios es enorme, la lista de los esquizofrénicos incluye los nombres más célebres, y todo esto no es algo casual, suplementario, accidental, sino que es esencia, sangre y suelo de lo creador, abrevadero del espíritu. Sólo entre los ciento cincuenta genios de Occidente encontramos cincuenta homoeróticos, variantes de impulsivos y toxicómanos en bandadas, solteros y sin hijos como regla general, inválidos y degenerados en un porcentaje altísimo. Lo productivo, dondequiera que aparezca, está mezclado con anomalías, taras, estigmas y paroxismos. Naturalmente, tenemos en contrapartida a Goethe o a Rubens, ricos, equilibrados, casi exentos de narcóticos y venenos; si uno quisiera representarse a los dioses, ahí están, pero son una excepción. Está notoriamente claro –estadísticamente claro- que la mayor parte del arte del medio milenio pasado es arte de elevación por sobre la miseria física y mental de psicópatas, alcohólicos, anormales, vagabundos, hospicianos, neuróticos, perversos, degenerados, orejasgachas, tosedores: ésto fue su vida, y ahora sus bustos están en la Abadía de Westminster y en el Panteón. Y sobre ambos se alzan sus obras, intachables, eternas, flor y resplandor del mundo. Esto es el arte, y con ello no se quiere brindar una carta de franquicia para cerdos y parásitos: el sólo enseñar la trompa no es una cédula de identidad; es una trompa, no un ala –puesto que hablamos de vuelo.
(Vero: fragmento de un texto que en su forma completa lo alzo agora en kuruguay, si?)

Silvia Sue dijo...

"Si decir es una ofrenda, un sacrificio..." Ah, Vero, ahí está, por qué uno tiende a decir "Gracias" y el post es para todos y para ninguno.
Ya sentirme destinatario me sitúa al borde de la recepción esquizofrénica. Me pone en el mejor lugar para alimentar eso.
Te quiero mucho.

Vero dijo...

Gracias, Rain, qué buenas imágenes. Kuru ¡guau! Ahora voy para tu bulín. Te mando un beso, Sue, dulzurosa.