domingo, julio 06, 2014

La humillación

Pascal Quignard, Los desarzonados: “El 3 de enero de 1889, en la Piazza Carlo Alberto, delante de la fuente, observa a un viejo caballo humillado al que su propietario golpea con violencia. El caballo mira a Nietzsche con tal aspecto de dolor que este último corre hacia él, lo abraza y pierde el juicio para siempre.
¿Qué quiere decir: abrazar a un caballo humillado? Quiere decir: deplorar la domesticación”.
Pienso en la cerviz inclinada de Ohlsdorfer cuando leo ese pasaje y después en otros hombres humillados de los films de Tarr: Maloin, János, Futaki, Karrer.
En una entrevista a Tarr a la que llego a través de El lamento de Portnoy leo: “Hay una cosa que no acepto: la humillación. En mis películas, los personajes, como es caso de Maloin en El hombre de Londres, son personas apartadas socialmente, maltratadas. En mis películas intento transmitir al público la idea de que sólo hay una vida, y que hay que vivirla con calidad. Que no se debe atentar contra la sensibilidad humana”.

2 comentarios:

e. r. dijo...

Vero!
Desde el lejano oeste! Quiero conocer al bebè y tengo noticias para darte!
Besos

Vero dijo...

Ever querido, para cuando vengas a visitarnos podrá abrirte la puerta él mismo. Dale, combinemos por mail. Beso