miércoles, octubre 16, 2013

No llueve

Viene sosegado el mediodía. Lento y quemante a través del aire grávido. Cayeron unas gotas, más temprano. Puro amago. Dice el pronóstico que mañana habrá alivio.
El entusiasmo de Maria Bethânia y sobre todo el encanto de una frase -“yo sé muy poco, pero tengo a mi favor todo lo que no sé”- me llevan al libro de Clarice Lispector, donde me quedo boyando una hora o dos.
“Es en esta hora que el bien y el mal no existen. Es el perdón súbito, nosotros que nos alimentábamos del castigo. Ahora es la indiferencia de un perdón. No hay más juicio. No es el perdón después de un juicio. Es la ausencia de juez y de condenado. Y la muerte, que debía ser una única buena vez, no: está siendo sin parar. Y no llueve, no llueve.”

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