En algún banco de esta plaza o andando bajo los árboles, alguien que podría ser mi amigo estuvo o estará; alguno, hombre o mujer, más próximo a mis gustos que las gentes con las que vivo. No lo veré nunca, no sabré que respiró la humedad de una tormenta de verano mientras cruzaba la plaza de Santa María e iba cambiando ociosamente, por juego y desesperanza, la colocación de los materiales que componían su mundo. Tal vez haya decidido, aquí mismo, paso a paso sobre el pedregullo revuelto, dedicar su vida a un solo propósito o, lo mismo da, renunciar a todos los propósitos. Me es igualmente fácil compartir su fe y la risa un poco asombrada, un poco miedosa con que acogerá o acogió su renunciamiento.
Juan Carlos Onetti, Juntacadáveres
4 comentarios:
A ver... ¿Cómo te explico? Te imaginás una nube de vidrio gaseoso? Una marea roja, transparente, que avanza de arriba hacia abajo ocupando los espacios vacíos, si es que existen… No... no te asustes... No es lo que vos creés. ¿Ves esto? Lo que brota de tus ojos y de mi boca... No es más que lo que vos querés ver. ¿Nosotros qué somos? La marea roja que arrasa con todo lo que hay en el mar. Tengo miedo de ahogarme mar adentro y que nadie me escuche. Tengo miedo de irme por los ojos… Nadie puede negar que todos los hechos, incluso los pensamientos, por más mínimos que sean, cambien el mundo. Es cierto que las cosas que no suceden también nos matan.
Demasiadas coincidencias: Onetti, Tarr, Feeling God...
Buenisimo el blog
Manuel
Bueno, Onetti y Tarr coinciden bastante entre sí. Una cuestión... atmosférica. Me gustaría ver El astillero llevado al cine por Tarr, le decía la otra vuelta a un amigo. Del resto, no sé decir. Saludos, Manuel.
Es increíble la literatura de Onetti, creo que pueden pasar décadas y voy a persistir en mi asombro. Lo peor es que Onetti dijo que era imposible escribir la obra perfecta. Entonces, si Onetti dijo eso ¿qué nos queda al resto de aspirantes a escritores?. Creo que Onetti es uno de los pocos escritores sobre los que puede decirse que sólo sabía escribir (tanto en cuento como en novela) obras maestras;(y agrego a Kafka y a un par de rusos tal vez)
Onetti es para mí y creo que para algunos otros el mejor novelista latinoamericano, así sin más. No se puede escribir la novela perfecta pero sí se puede tener la ambición. Algo así dijo. Y escribió el paraíso.
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