miércoles, septiembre 24, 2008
Los deberes
Sucede que cuando debería ponerme a leer los apuntes de Didáctica se interpone la declaración de Paul a Marijana: “La amo. Eso es todo.” Y eso es todo, en efecto. Todo lo suficiente. Debería leer lo otro pero no es apremiante todavía, más debo, menos condicional y más presente, como se puede notar fácilmente en la desinencia verbal, acompañar a Paul. Al avanzar se hace claro que tendré que desandar libros, que buscaré en un futuro inminente a Elizabeth Costello. Me impone el sustantivo deber de visitarla. Dice Costello en la página 89: “No es usted quien decide”. Y esa flecha, que no es para mí, sin embargo me roza.
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4 comentarios:
Elizabeth Costello es una hinchapelotas, pero a Paul le faltan empujones en todo el libro. Quizá la flecha sea para vos, pero probablemente no te indique los deberes, y el dedo no sea el de Paul, ni el de Costello. Quizá sea tu propio dedo y sí, efectivamente, no te apunte a vos, si no a la persona de al lado, a la persona "lenta".
Jeje, qué divague.
Hay otra novela de Costello, llamada precisamente Elisabeth Costello, está dividida en capítulos donde ella da conferencias sobre distintos temas. Es apabullantemente buena.
Saludos
Es buenísimo eso, cuando le pide que empuje. "Puje, es lo que se le dice a las mujeres que van a parir", dice, rezonga él, o más o menos, y es así, ¿no? Ella le está pidiendo que sea su padre y su hijo (resonancias beckettianas, no es casual que se me ocurra esto en particular, dice ella en un momento, en una página, bah, la esquinita de una página, que parecen vagabundos de Beckeett, otra le dice si la va a dejar afuera en la noche y la lluvia y él dice que hace una tarde hermosa, uf, ya hablaremos de esto).
Sí, estuve buscándola hoy justamente y parece que está agotada (y yo tan entusiasta). Ya me las arreglaré para combinar un encuentro.
hay mucho de beckett en coetzee. pedazos de diálogos, esa coonversación que por más trivial siempre parece excesivamente trascendental. dice en un relato, creo, o lo dice en una entrevista, que se pasó toda una época estudiando la prosa de beckett con una máquina de escribir, casi sin salir de su casa. tienen muchos delirios igual los escritores.
saludos
No sabía nada de eso, mi ilustrado amigo. De Coetzee sólo había leído Desgracia. Ya tengo más o menos arreglado un encuentro con la Costello. Saludos.
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