viernes, septiembre 26, 2008
Birome
Recién, durante un rato -que es una forma banal de llamar al hueco donde estuve hundida-, durante unas páginas, mejor, estuve escribiendo en mi cuaderno. Atendía a lo que escribía, pero también a la fluidez del movimiento arriba y abajo sobre el papel. Ahora los insistentes saltos de las yemas sobre el teclado -como si se tratase de una superficie ardiente- perturban la soltura en el discurrir, mientras oigo el sonido seco y mecánico, un trote apurado de palabras detrás de mí. El camino de la tinta desde la birome a la hoja es plácido. Sé que en parte se debe a lo silencioso de la tarea. De a ratos el roce de las materias deja oír un levísimo bisbiseo, apenas.
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8 comentarios:
Ese rasguido como de patas de araña en el musgo de un bosque también es parte del placer de la escritura. Uno se sienta a escribir para reencontrarse con ese murmullo, esa música de las palabras confundiéndose en el rasguño afelpado del papel o en el chasquido crepitante del teclado. Qué lindo que escribís, che.
Saludos.
Precioso. A mí me encanta la estílográfica sobre papel rugoso, tipo canson. A cada uno su música.
En el sonido áspero de la birome sobre el papel es más fácil encontrar el hecho artístico, el tic-tic de las teclas , en cambio, tienen más de voluntad, de trabajo. Si veo a un escritor escribiendo sobre papel me digo "está creando", si lo veo escribiendo en una pc me digo "está pasando y corrigiendo"
que bello texto.
saludos
chain
Hermosas imágenes convocás, Ojaral. Me halaga el piropo.
Claro, cada cual elige su instrumento para tocar, Inés.
Maguila, creo que la gran revolución del Word es el copypast, por ahí por eso da esa impresión que comentás.
Se agradece, Cristina.
(La verdad es que aprecio el silencio, soy algo maniática con los ruidos en general, creo que por ahí viene el asunto, pero así considerado tiene menos gracia).
Ni te cuento el lápiz 3b.
qué lindo, qué lindo, qué lindo. Amo ese sonido.
Dani, lindo es verte por acá. Qué diferente del cloqueo de las teclas, ¿no? Beso.
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