Leo en la biografía de Kafka que escribió Klaus Wagenbach la
cita de “Preparativos de boda en el campo” que conozco: “Y mientras digas uno
en lugar de yo no pasa nada y se puede recitar esta historia; pero en cuanto
admites que eres tú mismo, entonces quedas materialmente perforado y espantado”.
Entonces recuerdo que Kafka había escrito “Ich” en lugar de “K.” en los
primeros capítulos de El castillo. Pero si uno escribe una novela, incluso si
lleva un diario, siempre es “uno”, no es “yo”. Quizá pasar de la primera
persona a la tercera sea, más que ocultación, un acto de sinceramiento.
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