martes, enero 03, 2006

Enero

A la mañana, pero tarde, el sol alto, afuera, yo en la cama, pegada a las sábanas, calor y aplastamiento. Trato de relajarme y volver a dormirme. No puedo dejar de pensar en todo este tiempo que pasa, sin descansar pero sin fuerzas para levantarme, sin voluntad para leer, sin querer encender la tele, un tiempo sin. El tiempo es oro. Y bueno, acá está mi oro, volcándose en la cama, desperdiciándose. Pero cómo puede ser de oro este tiempo de fuego y sudor.

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