De la playa al cubículo blanco de la oficina -blanco como la celda blanca de un manicomio, las paredes acolchadas de costumbre. Me cuesta la adaptación, como a todos, pero me la hacen fácil, me van poniendo el pretal de a poco, hoy esta correa, mañana ajustamos la otra, para la semana que viene ya me habrán calzado hasta el bozal.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario