Algo sobre El ángel callaba, que no es sólo una novela sobre el hambre. Sebald: “De todas las obras literarias surgidas a finales de los cuarenta, la novela de Heinrich Böll El ángel callaba es en realidad la única que da una idea aproximada de las profundidades del espanto que amenazaba apoderarse entonces de todo el que verdaderamente mirase las ruinas que lo rodeaban” (en Sobre la historia natural de la destrucción). Empieza el día de la capitulación de Alemania, al final de la Segunda Guerra. Se desarrolla en unos pocos meses posteriores. Un soldado, un desertor, uno al que le robaron la muerte -lo agarraron con la guardia baja- por lo que muchas veces se lamenta, vuelve a su ciudad, pero no quedan sino ruinas. También en los hombres, las ruinas. Estragados, como las calles, las casas. Las ratas pululan entre los restos. Otean aquello que no las mate. Una vez más: también los hombres. Aparece el amor, inesperado, algo entre la nada. En otro lado, cerca, las traiciones, la enfermedad, la miseria del alma. Un final feliz habría sido grotesco. Böll lo elude. El estilo es parco, el que conviene para hablar los horrores de la guerra, según sostiene Sebald. Es una novela fuerte, sólida, montada sobre escombros. Se sale distinto a como se entró. Es mucho decir y está bien dicho.
1 comentario:
La guerra, ser especialista en fotografiar el tiempo de la guerra, parece ser el sino virtuoso de este escritor alemán...Y su famoso marbete de escritor católico se deberá a esta especie de comapsión por las víctimas, más budista ke cristiano, schopenhaueriano que bíblico en todo caso..."Alemania año cero" de Rossellini retumba en las retinas de mis neuronas...al recordar sus obras...replican las afinidinades...
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