Atravesaron conmigo un turbal, el bosque de lengas, otro turbal, se aferraron a los troncos húmedos que cruzan el río donde los castores hicieron sus enramadas, me ayudaron a trepar una loma rocosa para llegar al margen de la laguna Esmeralda -a lo lejos, el Ojo del Albino- y ahí claudicaron.
2 comentarios:
El paisaje de Fuegia.
Sí, Mario, la fresca Fuegia en enero mientras Buenos Aires se quema. Y tengo fotos más lindas -¡todavía!- pero éstas me gustan porque muestran una buena forma de destrozar un viejo par de borcegos.
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