lunes, enero 31, 2011

Una despedida

Atravesaron conmigo un turbal, el bosque de lengas, otro turbal, se aferraron a los troncos húmedos que cruzan el río donde los castores hicieron sus enramadas, me ayudaron a trepar una loma rocosa para llegar al margen de la laguna Esmeralda -a lo lejos, el Ojo del Albino- y ahí claudicaron.





2 comentarios:

mario skan dijo...

El paisaje de Fuegia.

Vero dijo...

Sí, Mario, la fresca Fuegia en enero mientras Buenos Aires se quema. Y tengo fotos más lindas -¡todavía!- pero éstas me gustan porque muestran una buena forma de destrozar un viejo par de borcegos.