lunes, octubre 25, 2010

Guimarães

En medio, esto, aquello se dio. Dio -el indeciso paso, el que no se puede seguir con la idea. Murió, como si por un ojo de aguja, un hilo. Murió; hizo de cuenta. En este punto lo encontraron en la hamaca, en el cuarto más chico, solo de amigo o amor -transitorio- príncipe y solo, criatura del mundo.

João Guimarães Rosa, "Nada y nuestra condición"

João era fabulista
fabuloso
fábula?
Sertão místico disparando
no exílio da linguagem comum?

Projetava na gravatinha
a quinta face das coisas
inenarrável narrada?
Um estranho chamado João
para disfarçar, para farçar
o que não ousamos compreender?

Carlos Drummond de Andrade, "Um chamado João"


3 comentarios:

Pablo dijo...

Me encantó este post!!!

Vero dijo...

¡Hey! Me alegra que te guste. Refleja una forma arbórea de leer. Arbórea, sí, en la que me balanceaba, de un volumen de cuentos en español a otro en portugués, donde figura un fascímil del poema en puño y letra del querido Drummond; después, pero no mucho, culpa de una nota al pie terminé leyendo además algunas partes de un libro de Arguedas, en el que habla y muy lindamente de Guimaraes (eso no lo puse, era abuso ya); un amigo me recordó además la canción de Caetano (otro polo en el balanceo). ¡Qué se le va a hacer! Las ganas me llevan de acá para allá y me dejo.

Pablo dijo...

Arborescente, si, me gusta eso. Yo me enganché con lo del exilio de la lengua común, la invención de una lengua, justo leyendo a uno que habla de hacer de la lengua materna lengua extranjera... más arborescencia