domingo, febrero 05, 2006
Umbral
Un amigo me contó que un día soñó con una ex novia. En el sueño, la sentía tan cercana que hasta podía percibir su perfume. Entonces sonó el teléfono. Se despertó, seguro de que era ella, gritando para que atendieran rápido. Hay un momento, cuando uno está despertando, pero no todavía, en que uno es un inocente, un loco, se encuentra despojado de toda civilidad, es más animal que humano, es tan hermoso en ese momento, con tanto potencial. Es un animal o un dios, pero no un miserable, un rastrero ser humano. Como mi amigo, percibe olores que no están ahí, sino en la mente, vive todavía en esa casa sin límites, flota. Podría hacer infinidad de cosas, sintiendo solamente el poder de la experiencia en sí, la acción y la reacción pero sin la consecuencia posterior, porque todo se diluye al instante. Ese umbral es un mundo de pasión. Uno lo va atravesando y lo va y la va perdiendo.
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2 comentarios:
Increible, Vero. Me encantó.
Lau
Gracias, Lau.
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