sábado, febrero 04, 2006
Munich
Fui a ver Munich. Me gustó mucho. Borges, cuando comenta Potemkin, dice que aunque los alemanes que muestra la peli eran muy sanguinarios, los disparos rusos van a parar a unos leones de mármol. Algo parecido se puede decir de Munich: parece más cruel la matanza de los atletas israelíes. En su venganza, el grupo israelí se cuida de no matar a los que no están en la lista, a menos que no les quede otra, y así y todo, por ejemplo, se fijan si el otro está armado antes. Los otros, los que mataron a los atletas, en cambio, unos brutos. Me sorprendió leer críticas que afirman que Spielberg no toma partido. Igual, insisto, me gustó. La idea general de que la guerra, cualquiera, es idiota e inútil, queda bien clara. Elijo una escena: una conversación entre Avner (Eric Bana, de israelí) y un palestino, a la noche, pantalla más bien oscurita por lo tanto, fumando un pucho. Avner dice si vale la pena pelear tanto por un pedazo de desierto, el otro le dice que él no sabe (cree que Avner es de la ETA) lo que es no tener hogar. Los ojos le titilan. A Avner, también.
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