lunes, agosto 18, 2014

Poniente

Leo la descripción de un poniente y recuerdo que hace unos días Pablo habló de una luna poniente (“Hermosa luna poniente en el cielo claro de la mañana”). Una luna poniente es algo escandaloso, se me ocurre ahora. Por lo general el sol está implícito, se omite mencionar al actor en el acto. El adjetivo se sustantiva: se habla de “poniente” por “atardecer”. ¿Cae la luna en el cielo? Bueno, sí, traza un arco, pero no se llega a ocultar como el sol tras el horizonte, sino que se borronea y funde en, como bien dice Pablo, el cielo claro. El astro que la hace brillar de noche la opaca de día. Podría decirse que la luna se pone en la luz solar. Por eso digo que la idea de una luna poniente es escandalosa: parece usurpar el atributo del que la alumbra.
Consideraciones vanas, banales, evanescentes. Uf. Vayamos a lo leído.
“El poniente está desparramado por las nubes sueltas separadas que hay en todo el cielo. Reflejos de todos los colores, reflejos blandos, llenan las diversidades del aire alto, boyan ausentes en los grandes pesares de la altura. Por sobre las cimas de los tejados que se yerguen, mitad en color, mitad en sombras, los últimos rayos lentos del sol que se va toman formas de color que no son suyas ni de las cosas en que se posan. Hay un gran sosiego sobre el nivel ruidoso de la ciudad que también se va serenando. Todo respira más allá del color y del sonido, en una exhalación honda y muda”. Del Libro del desasosiego, de Fernando Pessoa.

4 comentarios:

k dijo...

"Todo en mí es una tendencia para ser a continuación otra cosa; una impaciencia del alma consigo misma, como un niño inoportuno; un desasosiego siempre creciente y siempre igual. Todo me interesa y nada me cautiva."

Vero dijo...

Maravilloso. Éste es un libro al que vuelvo cada tanto, cuando el ánimo se inclina y me lleva. Te cuento que en este fragmento (en mi edición es el 216) a la descripción le sigue una comparación: "Todo cuanto he sido es como este cielo cambiantemente idéntico, harapos de nada tocados por una luz distante, fragmentos de una flasa vida que la muerte dora de lejos, con su sonrisa triste de verdad entera". En mis notas puse: "La comparación con la vida es lo mejor del fragmento pero no voy a hablar de eso, es algo profundo y grave y requiere una extensión que no asumiré". Y ahora veo que en el libro mismo, después de la última oración ("Vaga gota trémula clarea mínima a lo lejos la primera estrella") escribí, con lápiz, en el mismo libro: "Uno debe detenerse como si esta frase lo hubiese sumergido y debiese tomar aire o quizá para no quebrar la música que dura tras el punto".

k dijo...

http://www.elcultural.es/noticias/LETRAS/6713/Un_detective_llamado_Pessoa

Vero dijo...

Oh. Probablemente llegue con alguna tardanza a Buenos Aires. Ese Acantilado queda lejos de estas playas, por la distancia pero sobre todo por otros escollos. Mercado y esos enredos. Gracias por la noticia.