viernes, septiembre 21, 2007

Un arrullo criollo

Me gusta muchísimo esa frase de Borges: “Astoundingly, my own book The cards of the cardsharper received not a single vote”. The cards of the cardsharper is such a beautiful Borges title.

[…]

Busco las Obras Completas en el segundo estante de la derecha y recorro las últimas páginas de “El aleph”; en la Posdata incluida hacia el final, estoy segura, hay una lista apócrifa de premios nacionales y después la frase que Davies acaba de citar: “…Increíblemente, mi obra Los naipes del tahúr no logró un solo voto”, leo. Los naipes del tahúr, repito en voz alta, The cards of the cardsharper. La correspondencia, palabra por palabra, es impecable y el traductor (tal vez el propio Borges) se ha consentido el lujo de una aliteración. Pero hay algo en Los naipes del tahúr que no se deja imitar. Un arrullo, pienso, un arrullo criollo.

Graciela Speranza, Oficios ingleses

4 comentarios:

Leandro dijo...

"Cardsharper" alitera con "cards" de modo banal y casi inevitable. Es como rimar "Es la hora en que sale el sol / y tuerce su cuello el girasol".
Ahora, es verdad que "naipes del tahúr" tiene toda la musicalidad del castellano, con sus diptongos y sus consonantes suaves. La versión en inglés, áspera, parece el anverso exacto, con el sonido característico del anglosajón.

Vero dijo...

Sí, la versión en inglés corta las cartas (ji). Sabía que ibas a "escuchar", Leandro, vos que tan bien traducís.
Además: a mí me hizo sonreír lo de "arrullo criollo". Graciela, te "consentiste" una aliteración, pensé.

ema déborah finzi dijo...

Hay en el text(ito) de Speranza un núcleo que se dispara y que a mí me pareció muy interesante. Quizás el término no sea "núcleo", sino más bien una pequeña iluminación que es iridiscente: me refiero a lo que escucha la narradora (creo que en un parque) de una conversación entre una japonesa y una alemana. Discurren sobre los modos en que se dice "fuegos artificiales" en distintas lenguas. "Hanabi", la forma japonesa, sería "flores de fuego", mucho más hermoso que "fuegos artificiales", sin duda. La idea, se dice, es que en lenguas reomances se apunta al simulacro, al artificio (equivalentes también al "fireworks" inglés). La expresión japonesa, entonces, sería como la más sutil, y también la más elemental (lo visible). Pero me parece que ahí, esa escena, se abre el concepto de precisión (como algo que recorre el texto todo), si tal cosa es posible en las lenguas, o a la idea de que ciertas lenguas podrían ser más poéticas que otras, etc. Y de algún modo, también, como si ese intercambio entre dos personas de nacionalidades/lenguas diferentes hablara, en definitiva, de traducción (no tanto de una lengua a otra), sino de la idea del traducir de cada lengua respecto de lo Real. Habría más para decir, por supuesto…

Vero dijo...

Iluminador tu comentario, Ema (como una flor de fuego). Ése es uno de los pasajes más esclarecedores para notar las dificultades de la traducción (la traslación de una cierta cosmovisión en la traducción, me animaría a decir) algo en lo que tanto insiste el libro. Además, se me ocurre: ¿se habría referido la narradora a "crisantemos" después sin ese saber previo?