domingo, febrero 11, 2007

Grande y pueril

Entendida en sentido radical, la «petición» presupone un conocimiento sin lagunas de la propia vida. Este es el delirio de omnipotencia de la literatura: inevitablemente conectado con su origen, que presupone la culpa —o al menos la acusación. Origen él mismo de toda duda, de toda sospecha de impotencia y de inadecuación. La oscilación permanente entre la sospecha de una total futilidad y la aspiración a un completo dominio hace que el sentimiento vinculado a esta práctica asuma una tonalidad de tristeza. Triste es esta forma de escribir, esta elaboración de un conocimiento total al que K. se siente obligado. Objeto al mismo tiempo grande y pueril, como la literatura. También senil, si es llevado a sus extremos: trabajo «apropiado quizás para, un día, después de la jubilación, ocupar una mente infantilizada, ayudándola a pasar los largos días».
Roberto Calasso, K.

4 comentarios:

Plaza Aydesa dijo...

no sé. donde alguien señala tonalidades de sombra y melancolía para Francisco, yo veo la cachetada de Holbein, el chiste de Velázquez o la triquiñuela de Escher.
como de todo esto sólo podemos tramar conjeturas y partiendo de la premisa: "del otro nada se sabe", mi impresión es que Francisco ha tenido que soportar el hecho de dar explicaciones sobre su acceso a la verdad; vivir con ese defecto de la flecha clavada en la frente, cuestión que a todo el mundo le provoca una angustia terrible.
angustia que también impone la senilidad cuando el hombre de alguna manera da cuenta que al abandonar sus creencias, por el solo acto de escribir, puede palpar también esa flecha en su frente del mismo modo que lo haría revolviendo la tierra de su jardín.

Vero dijo...

Bueno, prima, me parece que al pobre Calasso le saqué una lonja y lo dejé medio a la intemperie. Una vez decía yo acá que es difícil recortar algo de Calasso sin que se desbarate la delicada estructura que arma. Está hablando de la petición que K. quiere escribir para defenderse ante el tribunal y hace un paralelo con algunas cosas que Kafka escribe en los Diarios. Calasso no me parece un delirante, creo que fundamenta bien lo que sostiene. Se está refiriendo a una reflexión en particular, no la extiende al resto de la vida de Kafka. Este tipo es muy cuidadoso como para hacer esas generalizaciones.
¿Por qué elegí eso? Porque el domingo abrí mi blog y leí “es sólo rock and roll pero me gusta” y pensé, bueno, si es por eso, de toda la literatura podría decir lo mismo. Y en seguida recordé eso “grande y pueril como la literatura”, que me había gustado tanto.
Me encantó lo que pusiste sobre Paco (¡jua!, ya que estamos...). ¿Hice más lío con tanta expliqueta? Acostumbro. Besito.

Vero dijo...

Me acordé de algo más, que es bastante importante: Calasso hace hincapié (como no lo hizo nadie, que yo sepa) en lo humorístico (más: lo cómico) en Kafka. Lo relaciona, en general, con su énfasis en la minucia. Un capo.

Anónimo dijo...

no pri, no hablaba de Calasso, que por otro lado tiene el derecho de "impresionarse" con fundamento y armar sus conjeturas. ni siquiera lo he leído.
sí pensaba nuevamente en la figura del cristalizado. como que todo el tiempo tendemos a aislar y promover la biopsia de los tipos que introducen fisuras, venenitos.
me parece que en lugar de desarrollar el antídoto hay que dejarse picar.
esto es muy complejo y tal vez demasiado personal. pero salió así.
cómo no me voy a acordar lo que me contaste de Calasso? ya leeré...
Paco o Pancho?
En adelante nos podemos referir a K. como P., solo pa' molestar.