Por la madrugada, a eso de las cuatro y pico, salgo de la cama y me repantigo en el sillón a leer. A vuelta de página el autor dispone la aparición, cierto que algo borrosa, de un cocodrilo. Una parte indefinible de mí pega un salto. Horas antes abracadabra pata de cabra y el libro entero fue cocodrilo y ahora... Un cocodrilo, a medias, in progress, se diría. "El cocodrilo incompleto, ¡el no del todo cocodrilo!". Qué bromista este Gombrowicz.
2 comentarios:
los blogs nunca se fueron!
Los blogs son pacientes. Esperan el momento en que uno se canse del barullo. Saludos, Josi.
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