viernes, marzo 11, 2011

Mañana fundida a negro

Pongo Don Leopardo antes de bajar del 47. Mientras cruzo la calle para tomar el subte en Chacarita voy escuchando "Espíritu de esta selva", tan apropiado para atravesar con la recua ese final desprolijo, divergente, invariablemente alborotado de la avenida Corrientes. Subte con "Cielo trucho". Llego y no me saco los auriculares todavía. Me entero por el reader de que se murió David Viñas. Justo ahí suena el mínimo "Requiem". Apago en el "chau". Llega Gastón y me saluda, tengo los ojos aguados y no explico.

2 comentarios:

Pablo dijo...

"Justo ahí suena el mínimo Requiem". Casualidades, Vero, cosas que pasan...

Vero dijo...

Se me ocurre ahora la palabra "convergencia" (quizá porque en el post usé "divergente", mis ocurrencias son bastante previsibles, qué fastidio de mí). Convergencia de la letra de la canción y de la letra del diario, seguida de choque (sí, leí tu post). Beso, Pablo.