Les habrá pasado, alguna vez. Estás escuchando, viendo, a un artista, y ya no queda teatro alrededor, ni butaca que incomode, ni siquiera cuerpo queda ahí donde estás hasta que un tenue ardor lo trae, avisa que el aire secó lo que debiera estar húmedo. Y así cerrás la boca que una melodía mantuvo abierta. Me pasó el domingo, con la segunda o tercera canción que le escuché a Thiago Pethit. Se presentó en el ciclo Músicas del Sur, que continúa hasta el domingo que viene. Dejo acá la canción que más me gustó, “Fuga Nº1”, del disco que me llevé a casa: Berlim,Texas.
5 comentarios:
Me gustó la canción y me gustó eso que decís del olvido del cuerpo. Seguí derivando por Youtube y encontré esto. Ni idea qué dirá la canción, pero me fijé en la presencia de Cortázar y Gardel en el video...
Linda. Ésa la cantó el otro día también. Tiene varias en francés. Esas presencias... es que vivó un tiempo en Buenos Aires, estudió música acá. Habla en perfecto "porteño".
Si? Lo que me resultó, no sé, iba a poner "loco", pero "loco" no significa nada, es la asociación Cortázar-Gardel-París. Como si París fuera bien París en la medida en que "contiene" a esos dos argentinos. Algo así, no sé...
Qué preciosura. me hizo acordar a la música de Amelié. ¿Todo el disco es así de bueno? ¿De tranqui? Beso.
No lo había pensado así, Pablo, quizá para él funcione de esa manera.
Cierto, Gus, pongo Amelie y algo hay. Aunque de este tema que linkeé me gusta particularmente la presencia del acordeón, se mete por la mitad y... te parte por la mitad. El acordeón es un instrumento que siempre encaja su cuña de tristeza, para mí, hasta en las melodías más festivas -no es el caso. Es todo muy bueno, bastante tranqui, sí, y la voz tan dulce me recuerda a la de Caetano, aunque, claro, no tiene su prodigioso rango. Beso para vos.
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