miércoles, agosto 04, 2010

Levrero, una de tres: La ciudad

Señala Roberto Calasso en K. que sobre la historia del guardián de la ley que narra el capellán en El proceso se han escrito numerosas glosas, una de las cuales la escribió el propio Kafka: El castillo. Otra de esas glosas podría ser la novela de Mario Levrero La ciudad.
Contaré la novela en un párrafo. Un hombre sale en busca de querosén para calentar la casa -ajena- a la que ha llegado y se pierde, primero a causa de la oscuridad y la lluvia y después por la mera distancia: se aleja. Llega con una mujer al caserío que un observador de un oscuro reglamento -guardián de la ley, por decir así- llama ciudad -“sin ironía”, “hasta con cierta pompa”. Aun cuando el sentido de permanecer en la ciudad es impreciso, se dificulta la partida, no siempre por coerción externa.
Las marcas temporales y espaciales son exactas y vagas a la vez. Sin fecha, se sabe que el domingo amanece a las 5:37 -una, que gusta de estos juegos, se pone a dar pasos adelante y atrás: si domingo es el que amanece, entonces todo sucede entre un viernes que es el día del extravío y un martes con tren. En un mapa figura una “Ciudad de San Pedro y San Juan”, que el hombre asocia con ciudades argentinas, pero esos mínimos indicios se desbaratan con referencias en otras lenguas. Apenas se menciona hacia el final Montevideo, como destino.
Despuntando la lectura noté que lo vasto -la casa primera, la estación de servicio, la ciudad misma- se describe muy someramente, mientras que lo nimio es desmenuzado. De esa manera se conforma el relato: sensaciones vívidas, reflexiones detalladas, en un entorno difuso. En el capítulo 11 de la primera parte encontré una confirmación gráfica de esa impresión inicial. En una pared de la oficina de quien aloja al hombre hay cinco láminas. Dos tienen el mismo tamaño, las que siguen son cada una menor que la anterior. La primera muestra un corte de la estación de servicio -que parece ser el corazón del pueblo o ciudad-; la segunda refleja una ciudad, pero de manera tan minuciosa -“figuraban, manzana por manzana, los cortes de las viviendas con todas sus habitaciones diferenciadas”- que resulta confusa; la tercera es, quizá, la República, aunque no se indica cuál; la cuarta, el continente; la quinta, el planeta.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

"O conselheiro gua'í", opera prima del filmmaker Edgar Pou.
Prucciones Mafia de N i Trato.
Psikoiluminador Kristy Nobo
estelarizada x: Xupame Toda
Sir Akusha Gonzalez
Scrip-girl: laika Virgin (perra canixe toy)
Soundtrack: Miss Gillette
cinemascapomafioso!
¡tunes & por Nos pictures
subtitulada al poro'unhol
xxx
estética. post-realismo psikoZkisosocialista mix cinema-gonzo no-verité

mario skan dijo...

También pasa en Kafka, las mujeres de Levrero son levemente desconsideradas para con sus ocasionales enamorados.
saludos

Unknown dijo...

Hola =)

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Vero dijo...

Sí, Mario, al menos en estas tres novelas es así (recuerdo a la Chl de La novela luminosa y no me parece desconsiderada). Se pueden mostrar cariñosas de a ratos pero mantienen una actitud de desapego, ¿no? Un beso.