Me digo algunas veces, Clov, es necesario que sufras más que ahora, si quieres que se cansen de castigarte algún día. Me digo, a veces, Clov, es necesario que estés allí mejor que aquí, si quieres que te dejen partir, un día. Pero me siento demasiado viejo, y demasiado lejos, para lograr adaptarme a nuevas costumbres. Bien, esto no terminará nunca, nunca partiré. (Pausa.) Luego, un día, de repente, esto termina, cambia, no lo comprendo, se muere, o yo, no lo comprendo, ni esto tampoco. Lo pregunto a las palabras que quedan, sueño, despertar, noche, mañana. Nada saben decir. (Pausa.) Abro la puerta del calabozo y me voy. Voy tan encorvado que tan sólo veo mis pies, si abro los ojos, y entre mis piernas un poco de polvo negruzco. Me digo que la tierra se ha extinguido, aunque nunca la haya visto viva. (Pausa.) No hay problema. (Pausa.) Cuando caiga lloraré de felicidad.
Samuel Beckett, Fin de partida
(Por estos días, Pompeyo Audivert y Lorenzo Quinteros son Clov y Hamm en el Centro Cultural de la Cooperación.)
5 comentarios:
Otro ejemplo de escritura radical. Imposible ir más allá de Beckett. La carencia, la oscuridad, la obsesión. Y sin embargo, siempre hay una ternura latente que no deja de conmoverme. Un genio.
Saludos.
Genial Beckett, mientras leía, el registro de la prosa, el estilo, el tono, me resultaban familiares. Si alguen sabe como conseguir "Malone Muere" me avisa, es uno de los libros que nunca pude leer.
Bueno, no digo más allá, Ojaral, pero yo quisiera ir hasta ahí, al menos. Por Malone, ahora te mando mail, Maguila. Besos.
Sonó pedante lo mío? No era la intención. Quise decir que Beckett representa para mí una experiencia límite de escritura. Y que percibo su obra como un mojón solitario y único en la literatura del siglo XX. Eso nomás.
Saludos
No, para nada pedante, Ojaral. Y estoy de acuerdo con vos, claro, si todavía me acuerdo de mi desconcierto ante el primer texto de B. que me cayó en las manos. Saludos.
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