miércoles, abril 16, 2008

Sobre el descontento

No es mala cosa el descontento, si bien se mira. Hace unos días me preguntaron por qué elegí “infierno” para el nombre del blog y di una respuesta banal: “por azar”. Blogger no me permitió el “invierno” de Ricardo III. Lo azaroso es la cercanía fónica entre los dos vocablos. Y sin embargo, aunque con la elección de “infierno” caí en una exageración forzada por esa similitud, algo arde, en el descontento, escuece. Dije alguna vez, o más de alguna, no sé en dónde, tanto dije (por eso a veces me callo, por no repetirme, me aburre oír mi voz tan monocorde) que el descontento moviliza y el contento estanca.
“Ser descontento es ser hombre”, leo en otra voz, la de Pessoa, en Mensaje.

13 comentarios:

kurubeta dijo...

Qerida Vero, pero yo kuando ardo de pathos por una yiyi la acoso con flores, poemas, lluvia de dientes de león, sexo, más poemas, posteos, colacionados, mails, telegramas cantados o delivery nudes, etc...entonces estoi descontento pio en el fondo?...Ké lacaniana ke sos, pucha!!Un abrazo, vi el fragmento de vos, ke mala fotografa la ke contrató la Luc!

Anónimo dijo...

O se juega con el descontento y me pregunto si eso un día, una noche, puede acabarse...

Una abraxo, Vero.

Anónimo dijo...

De veras me soprende cómo podemos ser distintos y tan parecidos. Lo que dice Kurubeta...

Que lluevan más razones dentro, hasta el fondo del cuerpo. En el descontento uno se ríe.

Anónimo dijo...

sí, el descontento no se siente bien pero bien que hace.

J.- dijo...

Yo, por las dudas, como bien hizo Dante, reservaría las otras gradas disponibles en la arquitectura del concepto. Me explico: reservaría dos blogspots adicionales, uno que se llame el Cielo de nuestro descontento y otro, naturalmente, el Purgatorio de nuestro descontento. También, sólo por si las moscas, registraría las versiones populares: Me muero de descontento y Felices y descontentos.

Gus Nielsen dijo...

Hola Vero. Volví.

Pedro Paso dijo...

Conozcan a Pedro Paso

alotropico dijo...

Ricardo, si no me equivoco, habla del invierno de nuestra desventura; quizás lo que le quita el infierno al invierno se lo da el descontento a la desventura; el infierno son los otros pero el invierno no, la desventura es épica lejos de casa o sin casa y el descontento aparece en la vida dilatada y la contemplación.

Digo yo, que escribo éste comentario, y hay algo que no termina de gustarme.

Vero dijo...

Pero Kuru (y Virginia y Racak) yo pensaba en inquietudes artísticas, cosas de ese tipo, yo qué sé. En cuestiones amorosas prefiero el contento, cómo no, lo prefiero y lo procuro. Pero mejor no ahondo, que me hundo.
"Las otras gradas disponibles en la arquitectura del concepto", genial, J. Dejá nomás que con un descontento me basta y sobra.
Pasaré, Paso.
Hola, Gus, qué bueno verte por acá.
Alotrópico: Ricardo, según Shakespeare, dice "Now is the winter of our discontent". ¿En tu traducción dice "desventura"? Bueno, después de todo el hielo quema como el fuego, ¿no? Lo de "El infierno son los otros" lo puse porque los blogs que leo alimentan muchas veces éste, el infierno. Ya sé, es muy retorcido y no se entiende. Me gustaron tus derivas.
Abrazos, gracias por los comentarios.

alotropico dijo...

Estimada Vero, debe haber sido cosa de mis traducciones; es probable que haya leído ambas versiones, porque en una época estuve obsesionado con ésta obra, pero me ha quedado desventura, quizás porque me gustaba más para el lirismo de Shakespeare, y porque se trataba del invierno y no del infierno.

Hasta otra vez,

Rain dijo...

Vero, te refieres a las dicotomías. Es posible sentirse contento y a la vez no, escribiendo, en el efecto interno, el panorama subjetivo de la creación literaria (algo así ¿sí?)

Quizás en eso consiste aquello que uno busca. Se me presenta tan complejo aunque me digan que niet, que no es para hacerse bolas.

Vero dijo...

Descontento y por eso búsqueda, Rain. Pincipalmente: algo así (ji). Aproximaciones.

Hermes dijo...

Principio psíquico básico: "el descontento moviliza, el contento estanca". Coincidimos en ello.

Y no es una apreciación moral, ni se juzga al contento o al desdichado. SImplemente se dice que nadie que esté satisfecho haría un movimiento descomunal. Quién tiene hambre, en cambio, podría dar vuelta el mundo