jueves, noviembre 15, 2007

Consideraciones sobre O’Jaral

Mientras miro la peli El pasado y sin desviar la mirada de los ojazos de Gael, me acuerdo de O`Jaral cuando Rímini olvida el francés. A ver, alumbremos un poco el revoltijo: Rímini intenta despegarse del pasado (y descubre su alta capacidad adhesiva, aunque no viene al caso detenerse en eso ahora) pero en el esfuerzo exagera (involuntariamente, claro) y hunde lo que debiera haber flotado después del naufragio. Expresiones en francés, por ejemplo. Entonces se me arrima el recuerdo del olvido de O’Jaral del significado de “alligator”. O’Jaral, el traductor, que corta su vida en el filo en que dio muerte. Dice él que es la gruesa (una suerte, o desgracia, de marihuana), pero se me ocurre que puede ser esto otro.

5 comentarios:

Reina dijo...

Para mì, sofìa tenìa que haber sido rubia. Rìmini màs grande (en años y en tamaño)...no sè. Extrañè en el cine el pasado con la novela.

kurubeta dijo...

Creo percibir ke falas de la peli de babenco sobre la novela homònima del premio herralde de novela...Bueno, por partes.
1-gael: muy mal actor, un Che con acento mexicano encorsetado...
2-babenco: tiene un peliculón en su haber. "Pixote", del cual me encanta sobre todo la banda glamour-favela que toca en la cárcel...No sé si te acuerdas, fantástiko...
3-Alan Pauls: lo conocé en Asunción, capitald e la ficcción mundial...Parece un chico discreto, buena onda, conversé con èl mientras esperábamos ala gente para unas sesiones de Alexander Kluge (el Godard alemàn) en en istituto goethe asunceño...en el 2001, creo..Se quedó (esto lo meteré en alguna novelita) con un concoido nuestro, personaje local, erudito zarrapastroso, matemàtico doido, especialemnte cuando los presente y se pasaron falando hasta que una anecdota los uniò definitivamente: recordaron una noche de allanamiento en un cine-club porteño allà por los fines d elos 60-comeinzos d elos 70...Los dos estaban ahi!!!(por la peli ke daban, no sé si Solanas o fellini)

Vero dijo...

Encorsetado, es cierto, Kuru. Es evidente que cuida mucho la dicción, y eso chirria en el oído. Ya lo había notado en Diarios de Motocicleta. Me gustó la historia, no las actuaciones. O más bien, algo que actúa a nivel simbólico en la historia, que me fue dejando una rara sensación en la espina dorsal mientras miraba, la impotencia de Rímini ante el destino, el poco margen para las elecciones, supongo que podría decir, sin equivocarme mucho. Me dieron ganas de leer la novela. De Pauls, Kuru, Dani, sólo leí El pudor del pornógrafo, una novela breve, epistolar, muy buena (el final es fabuloso). No vi Pixote, Kuru, tomo nota.
Besos.

Unknown dijo...

No he visto y no creo que vea la película porque debo confesar que la novela me pareció muy mala. La empecé dos veces y solamente con mucho esfuerzo, mas por duda de como terminaba que por placer de lectura, llegué al final. La verdad que todo el libro me pareció una mala excusa para exponer lo que en inglés llaman un ¨foot fetish¨.
Todos los libros de Marcelo Cohen, por el contrario, me da placer leerlos y me hacen descubrir cosas, desde formas del uso del idioma hasta imágenes. El Testamento de O´Jaral o la última novela me parecieron excelentes.
Claro que a mi me parece que una de las diferencias entre Rímini y O´Jaral es no solo lo distinto del olvido sino que uno es un olvido hacia su propia incapacidad de ser, el otro está relacionado con la relación alienante y represiva del estado (cosa presente en todas las novelas de Cohen).

Vero dijo...

La peli no me gustó mucho, Alberto, pero sí esa sensación que decía. Pregunté por el libro pero sale 50 mangos y por esa guita hay otros que me interesa más comprar. De Pauls, como decía, sólo leí un libro (que me pareció muy bueno) y varios textos críticos.
Cohen, ah. Yo no sé cómo le dan tanta pelota a Aira estando Cohen. En algún momento que no será éste que viene ahora donde tengo tanto trabajo que apremia y no premia me voy a dar el gusto de decir algo de cada uno de los libros suyos que leí y me premiaré. La otra vuelta leí un artículo de Fabián Casas donde se burlaba de la faja de Donde yo no estaba que decía “el mejor escritor argentino” y me dio bronca porque es cierto que esa faja es grosera, ¿no?, qué necesidad de ser tan guarangos, los de Norma, con algo que (disintiendo con Casas) es tan evidente. Me dio rabia por Casas y por la editorial. Quedé turulata con Impureza, algo voy a decir, apenas pueda.
Por otro lado, no encuentro más relación entre las dos historias que ésta que posteé: una reflexión durante la película me recordó a O'Jaral y abrió otra posibilidad de lectura sobre el olvido de una lengua adquirida. No sé si lo que decís del Estado (supongo que te referís a O'Jaral, Donde yo no estaba e Impureza) tiene que ver con el olvido del inglés, no me animaría a decir tanto.