miércoles, mayo 30, 2007

Leído hoy

Brutalidad y esmero, dos hermanos difíciles de separar y que gritan ante cualquier intento de separarlos.
E. Jelinek, La pianista

Lo que designa a la pasión es un halo de muerte.
G. Bataille, El erotismo

[Salve, Sade, los que van a morir te saludan]

3 comentarios:

kurubeta dijo...

Vero, en este contexto serìa bueno evocar aquello que Bataille escribiò sobre los ritos de los aztecas, la relaciòn intrìnseca entre perfumes, flores y sangre...que generalmente, dec+ia el autor de "madame Edward", se suele olvidar, dando primacìa a la sangre...Los perfumes y las flores funcionaban como amortiguadores de la sangre...de la misma forma que la costumbre de comer ajì con todas las comidas entre los mexicanos provendrìa, segùn el gourmet anti-nacionalista de Villoro, para tapar los hedores de la carne humana. Saludetes friolentos desde Asu.

Anónimo dijo...

hay como una tendencia a decirle "La Jelinek", ¿no?

Dice cada cosa esa señorita que mamma mía.

La película no es gran cosa. El libro síiiiiiiii

Vero dijo...

Kurubeta, lo que cito es de unos apuntes de las épocas de la facultad, y pertenece a la intro de El erotismo. Lo busqué la otra vez cuando leí la entrevista que subiste. También por esa entrevista me resuena Sade. Es tanto lo que ignoro, pero por suerte parece que tengo buenas intuiciones. No leí el libro de Bataille, ¿lo que comentás está ahí? Voy a tratar de conseguirlo y leerlo.
Bueno, Ramiro, la peli me gustó también, pero es muchísimo lo que queda afuera, es inevitable, ¿no?