domingo, enero 28, 2007

La vuelta

Esta semana que pasó me reincorporé al laburo, tras las vacaciones. Mi cuerpo, parece, anduvo queriendo desincorporarse. Dolor en garganta, cabeza, pecho. Hoy domingo de mañana me desperté con un cosquilleo malsano, especialmente en brazos y piernas. Toso y me atrueno. Sálvame Salbutamol.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

A mí también me duele todo. Las pestes extrañas son las peores, deberíamos ser más agradecidos con las de todos los días, ese viejo dolor lumbar, aquella rigidez cervical, la acidez inofensiva del mate.
Una cagadera de frutas tropicales... no se la recomiendo ni a mi mejor amigo. Una intoxicación marina, tampoco.

Anónimo dijo...

chau! prima te hizo mal el manhattan.
Recuperensén.

Reina dijo...

pero por diò...curènse que para enferma me basto yo!!!!. besos y alegrìa berlinesa por la vuelta.
d.

Vero dijo...

La peste vino con la vuelta al trabajo, Carlos. Mirá qué casualidad, ¿no? Lo único bueno es que en estos días porto una voz ronca onda Gra Borges, interesante, grave, viste que tengo más bien voz de nena. Me escucho hablar y me sorprendo cada vez.
No, primi, un manhattan y con vos, dos veces bueno. Gracias, bonita.
Se agradece, Dani. Muchos besos así atraviesan la distancia.

Anónimo dijo...

¡Hola Vero! Cuidate. El laburo no merece que uno se arruine por sí mismo, digo yo...

Vero dijo...

Gracias, Pablo. Hoy estoy un poquito mejor. Si hasta estuve pensando en ir a capoeira, pero después pensé: tuviste fiebre, te van a temblar los brazos y te vas a dar tremendo porrazo. Y hay que ver lo convincentes que son los ñoquis con boloñesa esperando en casa.

jmslayer dijo...

Tengo una amiga que hizo trampa al igual que ud. y, además, al reintegrarse al trabajo, se enfermó justo justo, ese día. De esto hace muy poco, es decir, ambos acontecimientos son contemporáneos, el suyo y el de aquella, en fin, en eso me quedé pensando, en la reiteración de las cosas y los perfiles.
Yo por mi parte, le cuento, llegué a Bs. As. a las 6hs de la mañana y ya a las 9hs estaba trabajando en mi nuevo empleo pero, indignado, sí, indignado tan pronto, por el viaje en subte. ¡Tan poco me duró la paz!